VIEDMA (AV).- El juez Pedro Funes ordenó ayer a la policía que resguarde la mercadería existente en el interior de la planta de Flavors en Conesa.
La medida preventiva se tomó a pedido de la fiscal Daniel Zágari, que interviene en la causa iniciada tras las denuncias realizadas contra la empresa por la calidad de los alimentos que proveía al Estado provincial.
En la planta aún se encuentra una importante cantidad de productos alimenticios, a pesar de que el establecimiento está inactivo y todo su personal -64 empleados- fue suspendido provisoriamente en sus funciones. Esto ocurrió luego de que el gobernador Miguel Saiz diera de baja a la empresa del Registro Provincial de Proveedores y rescinda los contratos vigentes.
Fuentes policiales informaron a "Río Negro" que aunque no se colocaron fajas de seguridad ni existe consigna permanente, los efectivos tienen orden de patrullar el lugar y controlar que no se ingrese ni se retire ningún elemento de la planta.
En relación a los alimentos que entregaba Flavors, esta semana el Ministerio de Familia remitió una respuesta al pedido de informes realizado por la Defensoría del Pueblo. La cartera que conduce Alfredo Pega reconoce que no cuenta con información acerca del origen de la materia prima con que se producían los alimentos que entregaba la firma del grupo Matas.
"Los alimentos que se entregan son sometidos a los controles bromatológicos correspondientes siendo la autoridad sanitaria provincial quien en definitiva se expide sobre la aptitud o no del producto alimenticio", dice la escueta nota que firma Pega.
Argumenta que "en las condiciones generales y particulares de las contrataciones en las que resultara adjudicataria la firma señalada, el objeto de suministro eran productos terminados o elaborados, no materias primas". La defensora denunció que parte de esa materia prima provenía de Shangai y de Egipto, lo cual también constaría en los expedientes que posee la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.