NEUQUÉN (AN/ACE).- Un policía federal retirado, Juan Segundo Molina, aseguró ayer que en el juzgado de Instrucción se digitó su declaración testimonial de marzo, en tanto la fiscalía y querellas solicitaron su falso testimonio.

El testigo fue solicitado por la defensa de los militares imputados. Molina negó lo que le dijo a Labate en marzo, cuando (según la lectura en la audiencia) dijo que en la delegación Neuquén de la policía federal había detenidos en el "sótano" y que varios de ellos eran chilenos.

Dijo que cuando declaró ante el juzgado y firmó el acta a principios de año, "hubo partes que me leyeron y otras no", pero no supo explicar cómo se había enterado él de que el juez Guillermo Labate y le hizo escuchar solo partes de esa declaración.

Durante el juicio y para encono de los querellantes, reconoció como verdaderos sólo algunos de sus dichos, y otros, los negó en forma rotunda. "Nunca hubo detenidos, el sótano sólo era para guardar cosas. Me refería a dos calabozos que había en el patio", dijo el comisario retirado.

También negó que personal del ejército fuera a la delegación, aunque en otras preguntas reconoció que Raúl Guglielminetti (que era agente civil de inteligencia del Ejército) se reunía con los jefes de la delegación policial.

La defensa de los militares solicitaron expresa constancia de los dichos en los que Molina negó haber testimoniado en la instrucción.

El último testigo durante la mañana fue un ex conscripto del batallón 181, Daniel Zapata, quien dijo haber recibido la orden junto a otros conscriptos en 1978 de ir a limpiar "La Escuelita". El ex soldado aseguró que entraron por el techo (la torreta), bajaron por una escalera a la construcción y que había manchas de sangre en la primera habitación en la que estuvo, mientras que en otra, recordó que había ganchos que colgaban de una estructura de hierro en el techo. Al igual que otros soldados, recordó que en el interior había fardos de pasto también con sangre.