Las plazas bursátiles asiáticas operan en baja este lunes y las europeas seguían la misma senda, en un mercado en el que sigue haciendo estragos la crisis financiera y el miedo a una recesión económica mundial.
En París, el CAC 40 caía por la mañana un 6,02%, en Londres el Footsie se deplomaba un 4,88% y en Fráncfort el Dax perdía un 4,03%. La Bolsa de Madrid perdía el 6,03%, Milán el 5,51%, Amsterdam el 5,32% y Suiza el 4,52%.
El índice paneuropeo Eurostoxx 50 cedía un 5,34%. La Bolsa de Bucarest optó por suspender las transacciones poco después de su apertura debido a una caída que rozaba el 13%.
En Asia, la Bolsa de Hong Kong fue una de las peor paradas, con una brutal caída de 12,7% a su cierre. También se estrelló la Bolsa de Tokio, con una brutal caída de 6,36%, pese a la cooperación ofrecida por los siete países más ricos del planeta (G7) ante la "volatilidad excesiva" del yen, para frenar su imparable apreciación frente al euro y al dólar.
El índice Nikkei 225 cerró a 7.162,90 puntos, su nivel más bajo de cierre desde el 7 de octubre de 1982, o sea mucho antes del fin de la burbuja especulativa bursátil e inmobiliaria de finales de los años 1980 en Japón.
El comunicado del G7 es "demasiado superficial para provocar una reacción", comentó Kenichi Yumoto, responsable del departamento de cambios de un banco en Tokio. La Bolsa de Shanghai registró una caída del 6,32%.
India tampoco se salvó de la hecatombre: el índice de la Bolsa de Bombay se hundía más del 10% en el transcurso de la sesión. En Bangkok las pérdidas eran tales (10% en el índice compuesto) que las autoridades decidieron suspender las transacciones este lunes.
Seúl dio la nota discordante, y cerró con alza de 0,80%, gracias a la decisión del Banco Central de Corea del Sur de bajar su principal tasa de interés en 75 puntos porcentuales, al 4,25%, para proteger su economía y frenar las caídas bursátiles.
Las Bolsas de las monarquías petroleras del Golfo también abrieron el lunes con bajas, con la excepción de Dubai, que registraba una ganancia reducida en un mercado donde escaseaban las transacciones. Los mercados financieros estaban muy nerviosos al iniciarse una semana en la que se anunciarán indicadores macroeconómicos clave en Estados Unidos y en Europa y en la que se presagian resultados trimestrales de grandes empresas malos o no tan buenos como deberían serlo para revertir el pesimismo. "La crisis financiera internacional se volvió en octubre catastrófica. Afecta a la economía real. Al día de hoy es difícil prever la evolución y la duración sobre la economía mundial", comentan los analistas de BNP Paribas.
En este panorama deprimente, el temor a una recesión y la incesante apreciación del billete verde hizo caer el precio del barril del petróleo Brent del mar del Norte para entrega en diciembre a 59,32 dólares en torno a las 08H40 GMT en el Intercontinental Exchange de Londres, con lo que volvía a sus niveles más bajos en el transcurso de una sesión desde febrero del 2007.
El lunes por la mañana el euro tampoco estaba eufórico: caía frente al dólar hasta su nivel más bajo desde abril de 2006 (1,2367 dólares por un euro).
Fuente: AFP