La derrota de la candidata del Partido de los Trabajadores (PT, de gobierno) a la alcaldía de San Pablo, Marta Suplicy, ante el actual alcalde Gilberto Kassab, supone la pérdida del "caballo de batalla" del partido del presidente Lula da Silva para la disputa presidencial de 2010.

Tras el recuento de casi el 70 por ciento de las urnas, en la segunda vuelta de los comicios municipales, Suplicy, quien gobernó la mayor metrópolis sudamericana entre 2001 y 2005, perdía con un escaso 37,63 por ciento de los votos válidos ante el candidato del conservador partido Demócratas (DEM), quien contaba con un contundente 62,37 por ciento de los votos.

Con este resultado, el PT vuelve a fracasar ante su principal opositor, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que apoyó a Kassab, en su intento por recuperar la alcaldía de la ciudad más rica y poderosa de Brasil, un preciado tesoro con un presupuesto de 10.000 millones de dólares, por el cual el partido izquierdista lucha desde hace más de una década con los socialdemócratas. Y fracasar en la disputa por San Pablo no es menor, si se tiene en cuenta que los resultados obtenidos en la ciudad con más de 11 millones de habitantes constituyen una suerte de designio que determina las posibles alianzas y correlación de fuerzas de las presidenciales.