El ex congresista Oscar Tulio Lizcano, quien ayer se convirtió en el tercer rehén que logró fugarse de las FARC, sobrevivió a las enfermedades de la selva y al cautiverio escribiendo poemas de amor para su esposa.
"Soporto sin ti con porfía, todo el silencio de la noche; linda mía, mi barquerita: El que ama debe vivir", finalizaba uno de los 16 poemas que Lizcano incluyó en la última prueba de supervivencia a su esposa Marta Arango, quien a su vez le contestaba a través de mensajes en la radio con boleros.
Hace dos semanas, Arango había clamado por la liberación de su esposo, después de que el gobierno dijo haber recibido noticias de su grave estado de salud. "Un hombre tan bueno, un padre tan amoroso no merece morir entre cadenas", dijo la mujer entre lágrimas.
Al menos en cinco ocasiones sufrió paludismo y fue trasladado por al menos una decena de campamentos en las selvas del Chocó, algunas veces en camillas artesanales.