CIPOLLETTI (AC).- Con una caminata, baile, murga y la elección de los "abuelos olímpicos" se cerraron ayer las XI Olimpíadas de la Tercera Edad que, durante casi diez días, unieron a los adultos mayores de esta ciudad. Luego del merecido descanso, comenzarán a pensar en la próxima edición que promete llegar con cambios.
Hilda Monjes del grupo Las Golondrinas fue galardonada por su "participación "; Nélida Piñeyro de Nehuen-Nehuen por su "compañerismo"; María Huenchuñir de Rinconcito de la Alegría por el "espíritu olímpico"; Felisa González de Gracias a la Vida por "respetar las normas" y Aurelia Pino de Las Rosas por ser la "participante de mayor edad". Según su documento de identidad tiene 91 años pero, según ella, nació cuatro años antes de lo que registran los papeles.
Las actividades de cierre se iniciaron poco antes de las 11 con la concentración de los participantes en el Parque Norte para caminar hacia el estadio municipal donde todos los años se hace la fiesta de clausura.
Durante el recorrido se acompañaron por una murga que convocó a abuelos de los diversos centros de jubilados. "Fue maravilloso", aseguró Viviana Pereyra a cargo del área de la Tercera Edad del municipio.
Y lo dijo con conocimiento de causa. Mientras caminaban por la calle Esquiu, los vecinos salían de sus casas para ofrecerles mates, agua o simplemente para aplaudirlos por el tesón y el espíritu olímpico puesto de manifiesto durante las competencias que se desarrollaron durante la semana, en diversos espacios cerrados de la ciudad.
Cuando llegaron, los esperaba un estadio especialmente decorado para la ocasión. Allí apagaron la antorcha y se dispusieron a disfrutar de la última jornada.
Pero no solo estuvieron los abuelos. También sus familias que si bien todos los años los acompañan, en éste tuvieron mayor presencia, según las palabras de Pereyra. "Nos sorprendió el número constante de participantes. La convocatoria fue impresionante y también la ganas que demostraron de hacer cosas. Es como que hubo un contagio mayor", reconoció.
Para Viviana, es el resultado de "mucho trabajo previo" no sólo de la municipalidad que reforzó la difusión de las olimpíadas yendo a cada uno de los barrios donde hay organizaciones de la Tercera Edad, sino también de los propios grupos que trabajaron con ahínco durante todo el año.
Luego del almuerzo se entregaron los trofeos a los integrantes de cada una de las agrupaciones que formaron parte de las competencias y se realizó el acto central que fue el baile del Pericón. También esta danza es ya una tradición de las olimpíadas y tiene como objetivo demostrar la solidaridad y el esfuerzo conjunto.
Para el año que viene ya están pensando en abrir la propuesta a las localidades cercanas para que la integración sea mayor.