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El telescopio más grande en el cielo más azul | ||
El Leoncito, en San Juan, es el complejo astronómico mayor de Sudamérica. | ||
El observatorio nacional de mayor envergadura de nuestro país y de Sudamérica, el Complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO), se encuentra enclavado en San Juan, en el departamento cordillerano de Calingasta, a unos 30 kilómetros de Barreal y 190 kilómetros al oeste de la capital provincial. El Leoncito tiene un carácter multi-institucional, ya que participa el Estado Nacional a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología; el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET); y las Universidades Nacionales de La Plata (UNLP), Córdoba (UNC), y San Juan (UNSJ). Se encuentra a 2.552 metros sobre el nivel del mar, en las estribaciones occidentales de la cadena del Tontal, en la precordillera sanjuanina, y las estadísticas realizadas a lo largo de 20 años indican que el lugar goza de 270 a 300 noches despejadas por año. Todo el complejo se halla dentro de una Reserva Astronómica de 70.000 hectáreas, lo que garantiza la preservación de la calidad de su cielo, y desde 1995 esta área fue declarada Reserva Natural Estricta, y se encuentra bajo la protección de la Dirección de Parques Nacionales. El telescopio de CASLEO es un reflector Ritchey-Chritien, fabricado por Boller & Chivens, cuyo espejo primario tiene 215 centímetros de diámetro, ha sido bautizado "Jorge Sahade" en honor al científico que bregó por la instalación de este centro. Pesa en total 40 toneladas y se mueve con la precisión de un reloj a los efectos de compensar el movimiento de rotación terrestre cuando está siguiendo a un objeto astronómico para su observación. Su función es la de recoger la luz de los objetos astronómicos y hacerla confluir en un foco donde se instalan instrumentos que analizan esa luz. El ingeniero Arnaldo Casagrande, experto en grandes telescopios, con 40 años trabajo de experiencia en el tema, fue uno de los que montó este telescopio, y desde que se creo el CASLEO en 1986, es el responsable del mismo. "La luz que llega de una estrella se refleja en el espejo concentrado con el tamaño de una punta de un alfiler, y esa pequeña luz luego se ve reflejada medio millón de veces más brillante", explicó. "El espejo de 40 centímetros de espesor, de superficie cóncava hiperbólica y 1315 kilos de peso, debe ser enfriado a la noche a la misma temperatura que el ambiente. Se lo hace con nitrógeno líquido, que lleva la temperatura a 120 grados bajo cero para bajar el ruido termoeléctrico del espector, que hace que ese ruido desaparezca y nos permita ver los pequeñísimos niveles de luz que necesitamos detectar a través del telescopio", sostuvo. "Este es el complejo más importante que tiene la Argentina, y por las observaciones realizadas aquí se han publicado más de mil trabajos a nivel internacional, gracias a este telescopio reflector que fue el más importante de Sudamérica", explicó. Las noches en El Leoncito se encuentran despejadas de nubes y el viento es inexistente o de baja velocidad, mientras que la atmósfera es en general diáfana y exenta de contaminación, mientras que el contenido de vapor de agua también es escaso. "Las 280 noches sin nubes y estabilidad atmosférica hacen ideal a la zona para observar los astros. En Chile, hay muy buenos cielos, pero los observatorios son de entes extranjeros o universidades privadas, a diferencia de este que como observatorio nacional es el más grande de Sudamérica, con la particularidad que acá se ha podido mantener este observatorio con fondos del Estado", comentó Casagrande. La base del telescopio pesa 65 toneladas (tn.), y la cúpula -70 tn.-, gira en forma completa. Se armó en 1986 como un mecano, ya que sus piezas llegaron separadas, y se tardó tres meses en montar todo el instrumento, aunque su puesta a punto para que funcione operativo al 100% llevó cinco años de trabajo. (Télam) | ||
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