VIEDMA (AV)- La calidad de las aguas del río Negro a la altura de Viedma y Carmen de Patagones sigue siendo materia de discusión.
Los ambientalistas denuncian contaminación, mientras el Departamento Provincial de Aguas salió fuerte al cruce, rechazando todo tipo de acusaciones por falta de sustento técnico.
El contrapunto surgió luego que la Unión de Asambleas de Ciudadanos por la Sanidad de la Cuenca del Lago Nahuel Huapí y los Ríos Limay, Neuquén y Negro difundiera una recomendación frente a la presencia de bañistas.
Lanzaron una alerta indicando que en los balnearios debe evitarse que tomen contacto con los desperdicios domiciliarios, industriales urbanos y cloacales volcados al curso de agua en forma directa; y en consecuencia advirtieron no bañarse en marea creciente del río.
Fundaron esta sugerencia debido a que el sitio de volcado directo de los efluentes se encuentra a siete kilómetros aguas abajo de la zona de balnearios, calculando que en marea creciente, el agua sube a razón de tres kilómetros por hora durante tres horas seguidas.
"Esto significa que la marea arrastra la masa de agua contaminada un mínimo de nueve kilómetros río arriba, llegando así necesariamente a las orillas de ambas ciudades; apuntó un documento difundido por Elvio Mendioroz de la Fundación Uñopatun, integrante de esa red.
También dijeron haber constatado un inhabitual color ocre viscoso en la superficie, la presencia de una capa de grasa y moho en el borde superior de marea y grandes sectores de playa, luego cubiertos con moscas.
En ese marco, plantearon un aumento de los casos de diarrea entre 2006 y 2008.
"Ningún asidero"
Sin embargo, desde el ente regulador hídrico se dijo que esta posición "no tiene ningún asidero técnico".
El coordinador del área industrial, Aldo Sizul, afirmó que "existen monitoreos diario en la zona de impacto, que es donde se descarga, y la afectación está circunscripta a lo sumo a 1.000 metros aguas arriba".
Sizul insistió en que los denunciantes "no tienen datos técnicos" y, en consecuencia, reclamó que "exhiban las pruebas, porque nosotros tenemos muestreos de todo calibre y no aparece nada".
Las denuncias de estas organizaciones están ligadas a la salida de servicio de la planta de tratamiento de líquidos cloacales de la ciudad, que lleva un año en ese estado; pese a las promesas de reparación.
Días atrás el conflicto llegó a las esferas judiciales ya que el Superior Tribunal de Justicia decidió intervenir para determinar si existen riesgos o no de contaminación.
