NEUQUEN(AN).- La biblioteca Juan Bautista Alberdi es hija directa de los fundadores de la ciudad. Según consta en sus archivos, recibió ese nombre en honor al "pensamiento constitucionalista, liberal y civilista" dominante por aquellos años. Fueron miembros de las comisiones directivas Eduardo Castro Rendón y Juan Julián Lastra. Entre tantas anécdotas que dibujan la época figura el agasajo por la colocación del techo de la sede actual en 1935, con "el tradicional asado con obreros" y festejos en el "hotel Confluencia con vermouth danzante".
El próximo diez de noviembre cumple ochenta años. El acto oficial se realizará en el auditorio del Museo Nacional de Bellas Artes el domingo nueve, a partir de las 18 horas. Durante el acto está previsto que se proyecten imágenes sobre la organización.
La actual presidenta, Blanca Tirachini, aseguró que la historia de la entidad fue una "saga interesante". En 1928 tenía la mística frenética de un centro cultural. Desde 1964 hasta 1972 permaneció cerrada por un desmanejo administrativo, presuntamente una compra desmedida de libros. Incluso se temió un posible embargo del edificio. El Rotary Club convocó a una asamblea en el club Pacífico para reorganizarla. Durante los años 1951, 1979, 1989, y 1995 se hicieron ampliaciones. Desde el 4 de agosto de 1972 empezó otro ciclo. La refundación implicó que la numeración de los socios volviera a cero. Rodolfo Calógero, uno de los más antiguos y fundador del taller de esperanto, es el socio 1945 que recuerda especialmente porque ese año "hubo una revolución". Hoy la cifra llega a 13.600, aunque los activos son apenas mil. Cada uno de ellos puede autorizar a tres para retirar el material.
Rodolfo Calógero, "Calo" para su hijo, integró la comisión, participó de la Federación de Bibliotecas Populares de Neuquén, y estuvo en la gestación de la biblioteca del barrio La Sirena, "Escritores neuquinos", junto a su compañera, Sofía Pelliza. Sofía es la autora de "Chocón, huelga y milagro", entre otras obras. Rodolfo afirmó que lo que más le gusta de las bibliotecas es "la posibilidad de elegir".
"La Alberdi" tiene 50.800 libros catalogados, y existen fácilmente más de cuatro mil volúmenes sin clasificar que están alistados para su viaje hacia el "edificio esperado". Trabajan cuatro empleados que pagados por la biblioteca, cuatro adscriptos al estado provincial (docentes con cambio de funciones), y seis voluntarios. Tirachini comentó que están buscando instalar un sistema de código de barras que simplifique los préstamos.