Sábado 25 de Octubre de 2008 22 > Carta de Lectores
"Un acto noble para destacar"

Días pasados, la Legislatura de Neuquén trató y aprobó el proyecto de ley que declara a la Universidad del Comahue como consultora preferencial del Estado provincial.

Grande fue mi sorpresa cuando, unos días antes, recibí el llamado del diputado Ariel Kogan informándome que, después de más de 6 años de difíciles gestiones para impedir que pasara a archivo el proyecto y mantenerlo con estado parlamentario, finalmente la Comisión de Educación le dio despacho favorable y pasó a tratarse en la última sesión de la Legislatura de Neuquén.

La sorpresa fue doble, porque el proyecto fue impulsado en el 2002, en mi gestión como diputado provincial, precisamente un 12 de junio, fecha elegida como homenaje a la Reforma Universitaria del 15 de junio de 1918, que fue uno de los movimientos culturales y políticos más grandes del siglo XX y que tuvo como origen el movimiento estudiantil de la Universidad Nacional de Córdoba, irradiándose luego por toda América Latina y el mundo.

Aquel período que me tocó vivir como diputado provincial (1999 - 2003) fue de una gran producción de proyectos de diversa índole por parte de los bloques de diputados de la oposición, ocurría que el autoritarismo y neoliberalismo imperante siempre los relegó y, particularmente éste, sinceramente, ya después de tanto tiempo no creía que alguien le hubiera prestado atención y mantenido su vigencia.

Pero el hecho que me mueve a escribir estas líneas no es precisamente acerca del proyecto en sí y la ley, que si bien es una herramienta muy importante para la Universidad del Comahue, la UTN de Plaza Huincul y el gobierno provincial? sabemos también que hay otras varias leyes tan o más importantes.

El hecho que me conmovió y quiero rescatar fue el gesto del diputado Ariel Kogan, que con gran nobleza y sinceridad presentó al proyecto -desde que lo tomó hasta que lo hizo propio- reconociendo que el autor había sido otro.

Lejos de tomar el camino más fácil y adjudicarse un proyecto que no le era propio, optó por otro camino, el de la ética, el de asumir desde el primer momento que él no era su mentor sino su impulsor.

Así lo planteó siempre, inclusive en el debate en la Cámara. Después de tantos años, era más fácil sacarle alguna coma o ponerle algún párrafo y ?decir: "Mi proyecto". ¿No?

Saludo y agradezco a Kogan porque su actitud se da en momentos en que en general en la sociedad y particularmente en el mundo nuestro de la política abundan otros tipos de actitudes: golpes bajos, oportunismo, se saca ventaja a costa de otros, etc.

Pero no, hay de los otros también y cuando los hay, nobleza obliga, debemos rescatarlos y ponerlos en valor ante la opinión pública.

La actitud de Ariel, excede a mi persona como destinataria, ayuda a todos los que apreciamos este tipo de gestos -que no somos pocos- a creer que es posible construir con actos nobles? y eso es muy importante para crecer como personas y sociedad.

Ing. Eduardo Correa, DNI 7.647.925 ecorrea@neunet.com.ar

Neuquén

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