Líderes de Asia y Europa pidieron el sábado, en una cumbre en Pekín, una revisión de los sistemas financieros internacionales, frente a una crisis que ha destartalado a los mercados, que se exponen a una nueva semana negra. "Los líderes se comprometieron a realizar reformas eficaces y exhaustivas de los sistemas internacionales monetario y financiero", de acuerdo con un comunicado publicado al término de la cumbre Asia-Europa (ASEM), que reúne a 43 países.
"Necesitamos innovación financiera para servir mejor a la economía, pero necesitamos aún más una mayor regulación financiera para asegurar la estabilidad", afirmó el primer ministro chino, Wen Jiabao, tras la cumbre del viernes y el sábado en Pekín a nivel de jefes de Estado y de gobierno. "La economía virtual ha de coordinarse con la economía real", añadió Wen Jiabao, quien de paso confirmó que China tomará "parte activa" en la gran cumbre del G20 el 15 de noviembre en Washington, en la que los países más ricos -el G8- y las principales economías emergentes abordarán las soluciones a la crisis mundial.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, dijo a la AFP en Pekín que es posible que se llegue a "decisiones concretas e importantes" en la cumbre del G-20. Por su lado, el presidente estadounidense, George W. Bush, comenzó a diseñar este sábado la agenda de la cumbre económica destinada a superar la crisis financiera, y advirtió que sus participantes deben "volver a comprometerse" con la libre empresa y el libre mercado.
El presidente de Benín Boni Yayi lamentó este sábado que los países pobres no participen en la gestión de la crisis financiera internacional en la próxima cumbre del G20. Las reuniones de responsables se producen en un momento en el que, tras el pánico vivido en mercados, grandes empresas e instituciones financieras, varios países se encuentran al borde de la quiebra.
Según la prensa estadounidense, Brasil, Argentina, México, Sudáfrica, Turquía, Serbia y Corea del Sur podrían verse obligados a pedir una ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pakistán, Ucrania, Bielorrusia y Hungría ya están hablando con el FMI, que ha puesto a disposición unos 200.000 millones de dólares, que pueden ser atribuidos con "menos condiciones" que en el pasado.
El FMI dijo el viernes que concederá un crédito de 2.100 millones de dólares a Islandia, cuyo sistema financiero se ha derrumbado a causa de la crisis. El viernes, los países de la ASEM llamaron al FMI a ayudar a los países más afectados por la crisis. Mientras, los mercados se preparan para una semana peliaguda.
Este sábado, la Bolsa de Arabia Saudita, la más importante del mundo árabe, terminó a la baja del 8,7%, después de que el viernes las plazas de Tokio y Nueva York cayeran a sus niveles más bajos desde abril de 2003. Pero pese a la crisis financiera mundial y la caída de los precios del crudo, las monarquías petroleras del Golfo afirmaron este sábado que confían en seguir creciendo.
Por su lado, los cuatro países integrantes del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) y otros seis países sudamericanos asociados discutirán el lunes en Brasilia el impacto de la crisis financiera global. El gobierno argentino dijo este sábado que controlará las administradoras de fondos de pensión (AFJP) cuando el lunes vuelvan a operar en Bolsa, para evitar una liquidación masiva de acciones que signifiquen nuevos derrumbes de los mercados.
En uno de los sectores emblemáticos del contagio de la crisis financiera a la economía real, el automovilístico, la prensa alemana dijo que Daimler suspenderá la producción durante cinco semanas a partir del 11 de diciembre, ante la severa contracción de la demanda.
Esta semana, los constructores franceses Renault y Peugeot-Citroën anunciaron también recortes de producción ante la menor demanda. En el capítulo bancario, el belga KBC desmintió que haya una "crisis" en la entidad, tras unas informaciones de la prensa que señalaban que KBC pidió una recapitalización al Estado.
En Alemania, los bancos públicos regionales WestLB y HSH Nordbank quieren pedir la ayuda del Estado alemán, según el semanario Der Spiegel. El ministro alemán de Finanzas Peer Steinbrück advirtió en una entrevista que será publicada el domingo en el diario Bild am Sonntag que la crisis financiera durará al menos hasta finales de 2009.
Fuente: AFP