La decisión del gobierno de nacionalizar el sistema privado de pensiones le reportará beneficios financieros en el corto plazo, pero a la larga tendrá efectos corrosivos, coincidieron analistas.
"Aún cuando la propuesta, de ser aprobada en el Congreso, le daría al gobierno mayor flexibilidad financiera en el corto plazo, vendría a deteriorar la ya débil credibilidad de las políticas públicas y agravaría la percepción negativa que se tiene acerca de la integridad institucional´´ de Argentina, comentó Mauro Leos, analista de Moody´s Investor Services en Nueva York.
La presidenta Cristina Fernández dijo que la medida protege a los futuros jubilados ante la caída en la rentabilidad de los fondos privados, pero analistas y opositores sostienen que lo que el gobierno busca es asegurarse el financiamiento de sus vencimientos de deuda para los próximos tres años, que suman unos 28.000 millones de dólares. El oficialismo cuenta con mayoría en ambas cámaras lo que, en principio, le garantizaría la sanción de la ley. Buena parte de los legisladores opositores están a favor de eliminar el sistema privado de pensiones por considerarlo ineficiente, pero advirtieron que exigirán que la ley limite la disponibilidad de los fondos.(AP)