NEUQUÉN (AN).- La municipalidad de Neuquén liquidó ayer los sueldos de los trabajadores correspondientes al mes en curso y, tal como advirtió el intendente Martín Farizano, se descontaron los días de huelga que realizaron los empleados. La rebaja en la masa salarial alcanzó los 112.700 pesos y permitiría morigerar las pérdidas que desde el área de Hacienda ya se avizoran en la recaudación por impuestos. El descuento de las jornadas de paro puso de manifiesto la escasa adhesión que tendrían las protestas, ya que según indicó ayer Farizano "por día sobre 2.500 empleados sólo hacen paro entre 150 y 170 personas". No obstante, el subsecretario de Hacienda, Sebastián Gamarra, destacó como otro impedimento a la hora de calcular los descuentos el hecho de que "muchos directores no están informando quienes hacen paro, y por eso hemos instrumentado desde esta semana la firma de la asistencia por planilla".

Gamarra destacó que "en algunos casos el descuento es de 800 pesos por los ocho días de paro", aunque advirtió que "algunas de las jornadas de paro de los últimos días se computarán con el mes entrante igual que el presentismo y el importante descuento de las horas extra que se abonan a mes vencido y que representarán entre 300.000 y 600.000 pesos". Mientras Farizano arremetió ayer contra la dirigencia del gremio Sitramune, al indicar que "quieren reemplazar con la violencia el nivel de adhesión al paro", Gamarra advirtió que "si se toma como parámetro el descuento que hemos hecho se evidencia que fueron muy pocos los que realmente pararon".

El intendente advirtió que "hay una casualidad importante entre el nivel de destrucción de bombas de riego, cargadores para regadores y las amenazas a los choferes de los regadores contratados" y destacó que "nosotros vamos a seguir prestando los servicios públicos aunque sea con custodia policial como hicimos ayer".

El jefe comunal aseguró que "el gremio quiere hacer sentir el paro generando una situación de incumplimiento de los servicios para presionar al municipio" y a la vez que señaló que entre otras acciones "amenazan a quienes quieren trabajar y cierran accesos", indicó que "ya presentamos doce denuncias por sabotajes y amenazas".

Farizano indicó que "la dirigencia sindical lamentablemente trabaja más en la búsqueda de una cuota de poder que en la de resolver el problema de sus afiliados" y agregó que "el poder también incluye política".