Si había alguna duda acerca de la importancia que reviste el partido de vuelta ante Chivas de Guadalajara, al menos para la continuidad del entrenador de River, las palabras de Leonardo Ponzio clarificaron aún más el panorama: "Si Simeone se tiene que ir, que se vaya con la mejor imagen de nosotros", tiró el defensor-volante, uno de los que ayer salió a respaldar al "Cholo".
Lejos en la memoria, aunque reciente en lo temporal, se ve aquella vuelta olímpica "millonaria", después de tres años se sequía de títulos y mucha violencia y corrupción de por medio.
El pueblo de River que silbó al equipo que cayó sin merecerlo a manos mexicanas (1-2), sí recordó con devoción a un Ariel Ortega que navega en mares de confusión. Hoy hay una sola certeza: Simeone dará un paso al costado si su equipo no logra avanzar a las semis de la Sudamericana, el único objetivo vivo en este 2008.
Mientras los jugadores entienden que son "los únicos responsables" y el "Cholo" jura que está "más vivo que nunca", los dirigentes ya piensan en la vuelta de América Rubén Gallego si las Chivas terminan con su faena el 6 de noviembre próximo.
Varias son las versiones, aunque la más firme señala que la decisión de terminar con el vínculo en caso de que se produzca el fracaso copero es del mismísimo entrenador. Un dato a favor de esta hipótesis es que la dirigencia intentó extenderle el contrato, incluso en medio de la tormenta pos superclásico.
Si bien el presidente José María Aguilar mantiene la boca cerrada, es un hecho que ante una posible sucesión se inclinará por "un hombre de la casa".
El cuestionado titular (ver Encuesta) desea que el reemplazante sea Gallego, quien debutó como técnico en el River campeón e invicto del Apertura ´94; además, el "Tolo" ganó en sus dos etapas el 68 por ciento de los puntos sobre 109 partidos dirigidos.
"Tiene que ser un hombre que conozca los pasillos y no haya que decirle donde están las cosas", sostiene Aguilar.
Las gestiones estarían tan avanzadas que incluso dicen que los dirigentes ya hablaron con Gallego y le pidieron que no asuma en otro club, porque su "vuelta es inminente".
El otro que suena, pero con menos énfasis, es Ramón Díaz.