WASHINGTON (Télam).- Con los estadounidenses votando ya a su próximo presidente en niveles nunca antes vistos, los candidatos a la Casa Blanca libraron ayer un nuevo round de acusaciones, en el último aliento de una campaña cada vez más favorable al demócrata Barack Obama.
Abajo en las encuestas a 12 días de las elecciones, el candidato republicano John McCain continuó ayer con sus esfuerzos por evitar la pérdida de estados ganados por su correligionario George W. Bush en 2004 y acusó a Obama de decir "cualquier cosa para ser electo".
Durante un recorrido en ómnibus por partes de Florida cruciales para sus esperanzas, McCain volvió a criticar en cada parada los planes impositivos de su rival. Dijo que Obama había incorporado el requisito de tener un trabajo a su propuesta, y que cambió sus planes al percatarse de su impopularidad entre los votantes. "Trece días, y cambia su plan impositivo porque el pueblo estadounidense se había enterado de la verdad sobre él y no le gustaba. Es otro ejemplo de que dirá cualquier cosa para ser electo", dijo McCain
Obama realizó una inesperada interrupción para viajar a Hawaii para visitar a su abuela enferma.
Antes de partir el candidato demócrata pasó de la defensa al ataque y, en un acto ante 35.000 personas, cuestionó las propuestas impositivas de su rival de bajar impuestos a compañías, a las que describió como "poner a las corporaciones antes que a los trabajadores".
Obama propone elevar los gravámenes que pagan las grandes compañías para financiar un recorte de impuestos para quienes ganen menos de 250.000 dólares al año, una medida que asegura beneficiará al 95% de los contribuyentes. McCain impulsa bajar la tasa de impuestos de las corporaciones del 35% al 25% y dice que beneficiará a los pequeños empresarios.
Los candidatos intercambiaron sus acusaciones en medio de un creciente fervor traducido en niveles de votación por anticipado jamás antes registrados en los 34 estados donde está permitido hacerlo por correo o en persona, entre los que se incluyen territorios decisivos. Especialistas esperan que hasta un 30% del padrón vote antes del 4 de noviembre, un 10% más que en 2004, y analistas dicen que este boom beneficia aún más a Obama. En Carolina del Norte, el sufragio por anticipado entre demócratas subió un 400% y niveles similares se ven en Ohio, Iowa, Nevada y Nuevo México.