El ciclo de ejercicios y masajes fue repetido durante cuatro días, al cabo de los cuales examinaron la fuerza y los tejidos de los músculos de los animales.

Los músculos que habían recibido los masajes recuperaron un 60% de su fuerza luego de esos cuatro días. En comparación, los músculos de los animales que fueron sometidos al ejercicio pero no recibieron masajes sólo recuperaron un 14% de su fuerza. Asimismo, los músculos que recibieron masajes tenían menos fibras dañadas y pesaban un 8% o menos, lo que indica que el masaje ayuda a prevenir la hinchazón.

Una pregunta fundamental que quieren responder los investigadores en futuros trabajos es el papel que juega la inflamación en la recuperación de los músculos, ya que no han comprobado aún que prevenir la inflamación mejore la recuperación.

Según Best, que también es profesor de medicina familiar, proseguir esta línea de investigación tendrá importantes aplicaciones clínicas. El investigador afirma que si pueden definir con precisión cómo opera el mecanismo de recuperación de los músculos, los resultados podrían volcarse a la práctica clínica para determinar cuántos masajes se necesitan, por cuánto tiempo y cuándo.