La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió anoche al titular de la CGT, Hugo Moyano, y a más de dos docenas de dirigentes de todo el espectro sindical.

Uno de los asistentes dijo que luego de analizar las consecuencias en la Argentina de la crisis financiera internacional, los gremialistas expusieron las acciones emprendidas por cada sindicato para "evitar despidos".

"Por ahora, en todas las actividades hay suspensiones y adelantos de vacaciones, pero todavía no hay despidos", dijo el vocero consultado, que pidió hacer especial hincapié en "todavía, porque no sabemos que puede ocurrir a futuro".

"Nosotros tenemos que ser guardianes de los puestos de trabajo", agregó.

Para paliar la crisis en el sector de la construcción, donde se registran por el momento la mayor cantidad de suspensiones (60.000 según datos gremiales), la presidenta insistió ante sus invitados que "se va a profundizar el plan de obras públicas" para incentivar las fuentes de trabajo.

La fuente sindical aclaró que durante la conversación no se habló de reclamos salariales ni de otros temas que interesan a la CGT, como dejar sin efecto el impuesto al cheque para las obras sociales.

Durante más de una hora en el comedor presidencial, ya que la Sala de Situación -utilizada habitualmente en estos casos- está en refacción, la jefa del Estado escuchó los reclamos de los representantes de los trabajadores y dio la visión del Gobierno sobre la repercusión de la crisis global en el país.

Estuvieron presentes además del titular de la central obrera, los dirigentes Omar Viviani (taxistas), Juan Belén y Antonio Caló (UOM), Armando Cavallieri (mercantiles), José Pedraza (Unión Ferroviaria), José Luis Lingeri (obras sanitarias), Omar Maturano (La Fraternidad), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), Amadeo Genta (municipales), Héctor Daer (Sanidad) y Oscar Lescano (Luz y Fuerza), entre otras.

Semanas atrás, la CGT había pedido al Gobierno un "refuerzo" salarial para fin de año que, trascendió, era un monto fijo de 500 pesos a cobrar con el aguinaldo, pero a pedido de la Rosada esa solicitud quedó "relegada" por la crisis financiera internacional.

En el encuentro con la presidenta estuvieron presentes tanto los incondicionales a Moyano como los "gordos", críticos a su gestión. (DyN/Télam)