Miércoles 22 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 33 > Policiales y Judiciales
Policías matan a un preso que estaba esposado
Ocurrió en la cárcel de Roca. Cuatro uniformados fueron detenidos.

ROCA (AR).- Un interno del Establecimiento de Ejecución Penal 2 murió ayer luego de recibir una brutal paliza por parte de al menos cuatro efectivos del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), quienes lo atraparon en uno de los patios internos luego de un intento de fuga que protagonizó junto a otro condenado.

El hombre de 28 años habría sido agredido mientras se encontraba "esposado en el suelo", y recibió golpes que le provocaron lesiones irreversibles en el cráneo y tórax. Tras conocerse la muerte, los celadores fueron detenidos y podrían afrontar cargos por homicidio calificado que tiene una condena de prisión perpetua.

La trágica noche de Pablo Andrés Torres comenzó cerca de las 23.05 del lunes, cuando se produjo el denominado "encierro" de internos, que es la hora en la cual cada uno de ellos vuelve a su celda. La voz de alarma llegó de parte de efectivos que se encontraba en uno de los muros perimetrales quienes alertaron que al menos dos individuos se encontraban corriendo por los techos de los pabellones 3 y 4.

Minutos después, según comentó el comisario Mario Colil, a cargo temporalmente de la ex alcaidía, una ráfaga de disparos con postas de goma obligó a los dos internos a escabullirse en el sector donde se encuentra las nuevas aulas. Inmediatamente se produjo el movimiento de los efectivos del SPP (algunos de ellos policías adscriptos al nuevo sistema) quienes encontraron a Torres y al otro interno identificado como Manuel Yáñez, escondidos.

Según fuentes judiciales, los dos hombres fueron esposados y trasladados a un sector de requisa. Allí llegó lo peor. Cuando ya se encontraban en el suelo y totalmente indefensos (esposados y boca abajo), comenzaron a recibir patadas y golpes por todo el cuerpo.

La agresión se habría extendido por varios minutos y los primeros informes indican que al menos cuatro efectivos (personal subalterno) habrían participado de la brutal golpiza que terminó cuando prácticamente Torres se encontraba inconsciente. Tal fue la magnitud de la agresión, que varios internos podían escuchar los gritos desde los pabellones por lo que comenzaron a golpear los barrotes de las celdas para que cesaran la paliza.

La calma volvió sólo por unos instantes. Hasta que llegó el personal jerárquico y ordenó el llamado del médico policial quien constató la gravedad de las lesiones sufridas por Torres. Una ambulancia lo trasladó al hospital donde se le constató un severo traumatismo de cráneo y de tórax, y fue internado en terapia intensiva. Pasadas las 18, Torres falleció producto de lesiones, mientras que varios de sus familiares llegaron desde Cipolletti y se instalaron en la ex alcaidía.

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