Miércoles 22 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 36 > Deportes
El "Pincha" quedó a un paso de las "semis"
Boselli abrió el camino y la "Brujita" selló el triunfo ante Botafogo.

De la mano de Leo Astrada y con Juan Sebastián Verón como emblema, Estudiantes pegó otro golpe de efecto y quedó muy cerca de las semis de la Sudamericana. Ante Botafogo, con un hombre menos durante gran parte del juego y con otra bomba de la "Brujita", el "Pincha" se alzó con un importante 2-0 en la ida, de cara a los próximos 90 minutos que se jugarán el miércoles 5 de noviembre.

Las cosas no empezaron bien para los platenses en el estadio Único, porque apenas corrían 18 minutos cuando Agustín Alayes, uno de los referentes, vio la roja y tuvo que irse a las duchas.

De entrada, Estudiantes pretendió llevarse por delante al Botafogo, pero se topó con un rival bien plantado cuyo mérito fue neutralizar justamente a Verón, capitán y cerebro ofensivo.

Con la "Brujita" intentando zafarse de las ataduras, el "Pincha" no tuvo guía para llegar con riesgo al arco defendido por Juan Castillo y, para colmo, se quedó pronto con 10 hombres.

El equipo brasileño, que llegó al país sin sus dos máximas figuras -Carlos Alberto y Lucio Flavio, lesionados-, ganó en confianza a medida que aumentaba el desconcierto local, y antes del descanso dilapidó una clara oportunidad para abrir el marcador tras una mala entrega de Verón.

De contragolpe, Wellington eludió al arquero Mariano Andújar y con el arco a su disposición definió cruzado y afuera.

El partido parecía estar controlado por los brasileños, pero una distracción en un tiro de esquina le despejó a Estudiantes el camino hacia la victoria.

La "Brujita" ejecutó el córner con un tiro pasado, José Luis Calderón se llevó la marca y por atrás de los marcadores apareció Mauro Boselli para empujar el balón. El delantero fue una de las figuras de la cancha y mantiene su idilio con el gol.

Minutos después, el capitán jugó rápido un tiro libre y sacó un derechazo potente, fantástico, desde fuera del área que sorprendió al arquero Castillo.

En los minutos finales, Estudiantes controló casi a voluntad la pelota y el trámite, le dio destino cierto y trató de que su rival no marcara goles, teniendo en cuenta el partido desquite. Todo le salió a pedir de boca.

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