LA PAZ (AFP) - El Congreso boliviano aprobó ayer la convocatoria para el 25 de enero de 2009 a un referendo sobre la nueva Constitución, bajo intensa presión de miles de campesinos y mineros y del propio presidente Evo Morales, en vigilia desde el lunes para exigir la norma.
Al grito de "patria o muerte", Morales, exhortó a miles de sus seguidores a movilizarse ahora por la aprobación de la reforma, luego de promulgar la ley de convocatoria al referendo, que la asamblea legislativa sancionó a la madrugada tras 18 horas ininterrumpidas de sesión. "A partir de este momento, comencemos la campaña para aprobar con el 100 por ciento la nueva constitución", arengó Morales a la multitud que coreaba "Evo, hermano, el pueblo está contigo". "Siento que este proceso de cambio es sin retorno, digan lo que digan, hagan lo que hagan, ya no va a volver el neoliberalismo", afirmó el eufórico gobernante. Destacó que el proyecto "respeta la propiedad privada, pero no perdona a los corruptos; quienes robaron antes, tienen que ir a la cárcel".
Morales permaneció en la Plaza de Armas desde el lunes sin dormir a la espera de la decisión parlamentaria y lloró cuando los altavoces anunciaron la aprobación del referendo . (ver aparte)
Los miles de adherentes al presidente aguardaron con paciencia desde la víspera pero la situación en algún momento amenazó con tornarse caótica.
Los mineros, muchos de ellos bajo efectos del alcohol y munidos de bastones de dinamita, se impacientaban por la falta del acuerdo y amenazaron con tomar el Congreso "Paciencia, mucha paciencia", pidió Morales varias veces en la jornada. "Somos miles aquí, no es para tomar el Congreso, pero están buscando eso, por eso están tardando tanto para que nosotros reaccionemos y molestemos y nos echen la culpa", dijo el mandatario.
El vicepresidente Álvaro García, principal artífice del acuerdo, destacó que las correcciones hechas a un centenar de los más de 400 artículos de la Carta Magna "permitieron recoger recomendaciones y anular temores de muchos sectores sociales".
Asimismo el tema de la reelección presidencial, que entorpecía el acuerdo, se solucionó el lunes cuando Morales declinó un segundo intento de reelección para el período 2014-2019, lo que allanó la ruta de un entendimiento con la oposición. Así, sólo podrá será candidato para el período 2009-2014.
Los partidos acordaron además que junto al referendo Constitucional habrá otro para decidir la máxima extensión de las propiedades privadas agrícolas (entre 5.000 y 10.000 hectáreas), cuyo resultado será incorporado a la nueva norma. También se acordaron otros temas, como el reconocimiento de autonomías en los ámbitos departamental, municipal e indígena con transferencias concretas de unos 30 roles y funciones del gobierno central, y la composición y elección de los poderes Legislativo y Electoral.
La firma de esta ley descomprime la crisis política que en septiembre pasado puso al país al borde de una guerra civil, por violentas protestas cívicas rebeldes en cinco departamentos bolivianos que dejaron 19 muertos y decenas de heridos. Todo ese clima de polarización desembocó en el Parlamento, donde se arribó a los acuerdos que exigía todo el país. El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, consideró el hecho "como una demostración de que la flexibilidad y el diálogo son los únicos instrumentos para resolver las crisis políticas".
