SAN ANTONIO OESTE (ASA) El hallazgo de los cuerpos sin vida de dos adolescentes de 17 y 18 años que aparecieron con sendas heridas de arma de fuego en la habitación de la casa de una de ellas conmovió a los vecinos de la comunidad, que al cierre de esta edición continuaban agolpados cerca de la vivienda sin poder entender lo ocurrido.
Los cuerpos de las jóvenes, dos amigas que cursaban quinto año en el CEM 38, fueron hallados por los padres de una de ellas, en el interior de un pequeño cuarto ubicado en el segundo piso de la casa en la que residían junto a su hija, en el barrio de las 80 Viviendas .
La joven dueña de casa, identificada como Yanina Tolosa fue encontrada junto a su amiga María José Aranea en una habitación similar a un altillo, con sendas perforaciones de bala que habrían impactado en el pecho de ella y de su compañera.
El arma de fuego, que según trascendió sería un rifle calibre 22, descansaba junto a los cuerpos.
Según altas fuentes policiales, la policía tomó conocimiento del hecho cerca de las 21.45´, a través de una comunicación telefónica realizada por un familiar de los padres que al regresar a su casa descubrieron la fatídica escena.
La vivienda dónde residía una de las chicas y se produjo el hallazgo, ubicada en la calle Francisco San Martín 1155, era vecina a la casa dónde vivía la otra adolescente junto a su madre.
Las hipótesis
Las primeras especulaciones policiales mencionaban la posibilidad de un pacto suicida, aunque no se descartaba ningún tipo de hipótesis que pudiera involucrar a un tercero.
Sobre la causa, que recayó en el juzgado nº 4 a cargo del juez Pedro Funes, al cierre de esta edición pesaba un estricto secreto de sumario, y las autoridades de la comisaría décima aguardaban la presencia de la policía criminalística de Viedma, para que realizara el relevamiento del lugar del hecho, que fue preservado en el momento del hallazgo de los cuerpos .
El acceso a la vivienda, en tanto, fue invadido por los compañeros de escuela de las chicas, vecinos y familiares, que entre escenas de llanto no daban crédito a lo ocurrido.
Según relataron los vecinos las chicas además de estudiar volanteaban folletos de una empresa de taxis de la localidad, y se mostraban siempre juntas en la escuela y el vecindario.
Sus compañeros contaron que estaban preparando su viaje de egresados, y que de un tiempo a esta parte el grupo de amigas al que pertenecían se había reducido, debido a que una de sus integrantes se había mudado a Neuquén y otra de las chicas amigas de las jóvenes había abandonado la escuela.
