ROCA (AR).- La Cámara Segunda del Crimen condenó ayer a Cristian Chanqueo a pasar los próximos ocho años tras las rejas, luego de hallarlo culpable del crimen de Alejandra Jara, de 17 años, quien fue asesinada en su casa ubicada en la zona norte de la ciudad. Bajo la atenta mirada de varios familiares de la víctima, el acusado escuchó la sentencia y luego fue trasladado nuevamente al Establecimiento de Ejecución Penal 2, donde permanecerá alojado hasta que cumpla su condena.
El tribunal que presidió María Evelina García dio por acreditada la autoría del hecho a Chanqueo, quien durante todo el proceso guardó silencio aunque en su declaración indagatoria ante el juez Pablo Iribarren, habría brindado un relato sobre lo sucedido durante la madrugada del 12 de agosto de 2007, cuando la joven fue asesinada en su casa de calle La Paloma al 2.800, en barrio Tiro Federal de esta ciudad.
Los magistrados dieron por acreditado que esa noche, Cristian Chanqueo agredió a la joven Jara -con quien tenía una hija de tres años- luego de una discusión. Pero la disputa familiar terminó de manera violenta cuando su pareja la sofocó, hasta provocarle la muerte. La sentencia, que también lleva la firma de los jueces César López Meyer y de Mario Buffi, le impone ocho años de prisión por homicidio simple.
La historia de violencia que envolvía a la joven pareja no era nueva, según quedó establecido en el juicio, donde no se permitió el acceso a los medios de comunicación ya que la víctima era menor de edad. Sin embargo en la etapa de instrucción ya había surgido que en varias oportunidades Jara había sido agredida por parte de Chanqueo.
En su indagatoria, el condenado habría reconocido que esa noche "habían consumido merca (cocaína)" y que se les había terminado. Luego habrían salido a comprar en cercanías a la casa aunque no hallaron al comprador.
En su defensa dijo que la joven se puso nerviosa y que habría intentado calmarla con un baño pero fue allí que se produjo la pelea que terminó cuando el joven la mató sofocándola sobre su cama. "Andá a casa que que me parece que me mandé una cagada con Ale", fueron las primeras palabras del joven quien habría ido hasta la casa de su padre a contarle lo sucedido. Luego fue detenido y trasladado hasta la Alcaidía.
El querellante Eves Tejeda había solicitado una pena de ocho años para el imputado y el pedido había sido respaldado por el fiscal Edgardo Rodríguez Trejo. El defensor Jorge Crespo, pidió la absolución de su defendido o que sea condenado por homicidio preterintencional que establece una pena más leve.
