SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los jueces de la Cámara Primera del Crimen le impusieron seis años de prisión a un hombre que violó a una colegial que registra un retraso mental moderado, concurre al mismo colegio que su hijo, y no pudo consentir libremente la acción.

El imputado en todo momento negó haber abusado de la menor, pese a reconocer que la consoló un día que lloraba en la calle y caminó con ella, y tanto el fiscal como los jueces descartaron la figura del estupro, que podría beneficiarlo en cuanto a la pena, en razón de su moderada discapacidad.

El defensor oficial del acusado, Marcelo Alvarez Melinger, planteó la nulidad del debate por no haber podido interrogar a la menor, volvió a objetar que sólo pueda valorarse lo expuesto por la niña en la Cámara Gesell, lo que a su juicio vulnera el derecho de defensa, y criticó la ausencia de análisis de ADN. También alegó que la menor fabulaba, que mintió cuando habló de una navaja y ella misma llamó por teléfono a su asistido antes de un encuentro.

No estuvo en discusión la relación entre la víctima y el acusado, aunque éste nunca reconoció haber mantenido relaciones sexuales con la menor, pero durante el debate y con los informes psicológicos, concluyeron que la víctima no tenía capacidad para consentir la relación sexual, dado que presenta un grado de retraso mental moderado.

El fiscal López alegó que el acusado no podía ignorar que era una colegial, porque concurría al mismo colegio que su hijo y vestía guardapolvo blanco, y también recordó que la psicóloga la definió como una nena, "una bebota". Su defensor pidió que lo absolvieran pero en forma subsidiaria que le aplicaran el mínimo previsto para el estupro, 3 años de prisión, y de cumplimiento condicional.

No fue fijada con exactitud la fecha del hecho que le atribuyeron a Andrés Nahuelche, pero el fiscal Guillermo Lista la situó entre setiembre y octubre del 2007, cerca del mediodía, oportunidad en que el hombre de 30 años interceptó a la menor en la calle Frey entre Gallardo y Elflein, y mediante la exhibición de una navaja la habría obligado a acompañarlo hasta un sector de matorrales situado a 50 metros de Beschedt y Fagnano. Allí habría obligado a la menor a quitarse la ropa, y la habría violado después de taparle la boca.

La denuncia fue realizada por la madre de la presunta víctima el 13 de diciembre de l2007, luego que en un examen ginecológico advirtieran que presentaba un embarazo frustrado, y que la menor confesara que había sido víctima de un abuso sexual. Después de hablar con sus padres denunció al imputado, y el mismo día el juez Martín Lozada ordenó allanar su domicilio en procura de elementos de prueba y para detenerlo.