Martes 21 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 14 > Regionales
Los secuestros los definía Inteligencia del Ejército
Según los testimonios de ex integrantes de las policías provinciales, las decisiones sobre la acción de los grupos de tareas se tomaban en reuniones convocadas en el Comando.

NEUQUÉN (AN/ACE).- Policías provinciales retirados con alto rango revelaron ante los jueces que durante la dictadura militar, los secuestros y detenciones de militantes, estudiantes y gremialistas se decidían mensualmente en reuniones que se hacían en el destacamento de Inteligencia del Ejército o en el Comando, "donde todo lo que se movía, era zurdo".

Así lo aseguró el comisario general (re) Emilio Rosar, que participó de al menos dos de las reuniones de lo que se denominó como la "comunidad informativa" en el esquema de represión durante el gobierno de facto.

La declaración ante los jueces resultó fundamental en la primera jornada de la reanudación del juicio, debido a que puso en evidencia la responsabilidad del ex jefe de destacamento 182 de Inteligencia, el teniente coronel (re) Mario Gómez Arenas, y de los oficiales y suboficiales bajo su mando que están enjuiciados en este proceso por 17 casos de detenidos desaparecidos.

En la descripción que ofreció al Tribunal, dijo que esas reuniones eran mensuales, y a ellas asistían representantes de Gendarmería, del Servicio Penitenciario, de la Policía Federal, provincial, inteligencia del Ejército y eran comandados por esta fuerza.

"Se repartían las directivas sobre a qué personas ubicar, nos daban las pautas de trabajo", dijo Rosar, que especificó que desde 1976 a 1978 fue G2 de la Policía de la provincia, es decir, policía de Neuquén de inteligencia que por órdenes del jefe policial Osvaldo Laurella Crippa, debía subordinarse al Ejército.

Consideró que su asistencia a las "dos o tres" cónclaves a los que le tocó ir, se pudo deber a que el agente que iba asiduamente no estaba. "Yo era un suplente, por eso me tocó ir en dos o tres oportunidades", aseguró el testigo, que dio detalles de varios de los secuestros. "Soy un principal interesado en que se esclarezca esto, vengo voluntariamente a riesgo de autoincriminarme por alguna mala explicación", dijo el comisario retirado.

La declaración del ex espía policial puso de mal humor al abogado de la defensa, Hernán Patricio Corigliano. Solicitó que se lo detenga y procese por falso testimonio; mientras que desde la querella del Ceprodh se pidió que sus dichos sean remitidos al juzgado federal para que se investigue su actuación. El Tribunal Oral respondió con un "téngase presente".

Rosar dijo que su función era ser el "nexo" de inteligencia de la policía de la provincia con las otras fuerzas que se ocupaban de hacer "inteligencia" en la población civil. Especificó que en el destacamento, "el nexo (con otras fuerzas) era Jorge Di Pasquale (prófugo de la Justicia desde 2006), y el jefe era Gómez Arenas" dijo.

Rosar especificó que su función en los operativos era llevar la credencial y avisar a la policía local que los civiles con armas eran gente del Ejército que estaban en operativos. Aunque insistió en que no era quien daba las órdenes de pedir "zona liberada" para que se lleven a cabo los operativos, describió que en dos oportunidades en Cutral Co se debió quedar a una cuadra de la comisaría por si se acercaba policía local, para informarle que se retiraran. "Como estaban de civil, se podían producir enfrentamientos", dijo.

Agregó que asistió a una reunión de la "comunidad informativa" en el destacamento de inteligencia y a otra que se hizo en el Comando; y entre otros, recordó la asistencia de los acusados Oviedo, San Martín, Molina Ezcurra y Di Pasquale. Consultado sobre quiénes eran los de inteligencia que iban en los operativos, dijo desconocerlos con nombres porque iban de civil y se llamaban por los apodos, y ante la insistencia de que indicara cómo sabía que eran de inteligencia, dijo que "porque salían del departamento de inteligencia", respondió.

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