LA PAZ (AP-AFP).- El gobierno y la oposición boliviana arribaron ayer a un principio de acuerdo para destrabar la crisis política, que incluyó la renuncia de Evo Morales a presentarse a un tercer mandato, en medio de una multitudinaria marcha de organizaciones sociales que copó la capital y amenazaba con cerrar el Parlamento si se seguía postergando el debate sobre la nueva Constitución.

El vicepresidente Álvaro García confirmó anoche que, tras varias sesiones frustradas, congresistas del oficialismo y la oposición acordaron llamar al referendo por la nueva Constitución, que incluye la reelección del presidente por una sola vez, es decir que como máximo podrá gobernar hasta 2014 y no hasta 2019, como pretendía inicialmente el oficialismo.

Los anuncios se hicieron con el marco de una marcha de más de 100.000 campesinos, organizaciones y simpatizantes del gobierno, que llegó a La Paz desde todo el país y estuvo encabezada en los tramos finales por Evo.

El acuerdo sobre la reelección presidencial era el último punto de disenso tras consensuar cambios a más de 200 artículos del proyecto oficial de constitución.

El consenso político entre opositores y oficialistas, en consecuencia, resolvió instalar la sesión de Congreso anoche para viabilizar el referendo constitucional, por cuya demanda llegaron a La Paz decenas de miles de campesinos oficialistas.

El jefe de bancada del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), Félix Rojas, informó que se fijó el referendo constitucional para el 25 de enero de 2009.

El senador opositor Luis Vásquez confirmó que "se ha logrado un histórico acuerdo. Hemos logrado consensuar un proyecto de Constitución que dejó de ser de un solo partido".

Al anunciarse el acuerdo, la columna central de la marcha campesina que encabezó por nueve horas el presidente Evo Morales llegaba a la plaza principal. Para facilitar el pacto, el presidente Morales anunció ya al mediodía -a través de voceros- su decisión de renunciar a una eventual segunda reelección sucesiva.

Sin embargo la diputada Ninoska Lazarte, del opositor partido Podemos, dijo que persiste "desconfianza". "Esperamos que los veedores internacionales garanticen que se le dé cumplimiento´´, acotó.

Temprano a la mañana Morales se incorporó a la marcha al Congreso, que se inició el lunes de la semana pasada en Caracollo, a 200 kilómetros de La Paz. El presidente se ubicó al lado del dirigente campesino Fidel Surco, quien anunció que si no se votaba la ley, se iniciaría un cerco, y como última medida, pedirían "el cierre del Congreso´´. "Para mi es difícil, pero estoy obligado a respetar la decisión del pueblo´´, señaló Morales. El referendo debe ser convocado por 2/3 del legislativo pero ni los opositores ni los oficialistas tienen esa cantidad.