CHOS MALAL (ACHM).- Un voraz incendio se registró en las primeras horas de la tarde de ayer en un acopio de chatarra y material reciclable. Durante el siniestro se escucharon varias explosiones mientras que la tarea de los bomberos se vio dificultada por el fuerte viento y la espesa humareda.

Las llamas pusieron en riesgo la línea de 13,2 que transporta electricidad a Taquimilán y otros parajes. Además peligró una vivienda cercana y un galpón en construcción. Pericias indicarían que el hecho fue intencional.

El incendio se produjo en un depósito de chatarra y material reciclable que se encuentra en la margen derecha de la avenida Don Bosco en el ingreso a la ciudad, frente al matadero municipal. En el predio que alberga también la vivienda del acopiador, Wálter Sánchez, hay chatarra de vehículos siniestrados, de electrodomésticos en desuso, cartones, vidrios, metales, envases plásticos, garrafas y neumáticos.

El fuego comenzó pasadas las 13 y logró ser sofocado cerca de las 17 debido a que el viento no daba tregua a los bomberos que llegaron hasta el lugar y las llamas se propagaban a la vez que el intenso y espeso humo dificultaba aún más los trabajos.

Las llamas alcanzaron gran altura y pusieron en peligro la línea de 13,2 kV que transporta el fluido eléctrico hasta Taquimilán y parajes aledaños, por lo que también fueron convocados efectivos del Ente Provincial de Energía del Neuquén (EPEN).

Los bomberos debieron concurrir varias veces a la zona céntrica, distante a unos 3 km, para proveer a las unidades con agua pero además los voluntarios tuvieron que colocar más de 100 metros de manguera hasta el canal sur, en cercanías del predio donde ocurrió el siniestro, para abastecer un camión y poder continuar con las labores de extinción. Hasta el dueño del lugar colaboró con una manguera domiciliaria en un intento por apagar las llamas que consumieron todo lo que estaba acopiado.

Asimismo estuvo en el lugar prestando colaboración el camión regador de la comuna chosmalense, personal de la División Tránsito de la policía, de la Dirección de Bosques y una ambulancia del Hospital Gregorio Alvarez, dada la toxicidad del humo en medio de la que trabajaban los bomberos.

El fuego se propagó rápidamente, ayudado por la gran cantidad de ramas y otros elementos acumulados en el lugar, que puso en riesgo no sólo la vivienda del acopiador, sino también un galpón en construcción de los fruticultores. Por fortuna se pudo controlar la propagación a tiempo.

Ante la mirada desolada del dueño del lugar, que hace tiempo se dedica a la actividad -y luego de finalizado el arduo trabajo de los bomberos- la policía se encontraba abocada a recibir la información necesaria para avanzar en la investigación y determinar el origen del incendio.