Martes 21 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 48 > Carta de Lectores
Argentina prepara su propio cohete
Se trata del Tronador II, el primer lanzador argentino. Participa el Instituto Balseiro de Bariloche.

No parece un sueño tan lejano: en 2012, el Tronador II, el primer vehículo lanzador argentino destinado a colocar pequeños satélites en órbita, estaría completo. Se trata de un proyecto de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en la que también trabaja el Instituto Balseiro en el Centro Atómico Bariloche (CAB-CNEA).

El proyecto no es menor: es que mientras el costo de alquiler de un cohete lanzador de satélites ronda los 12 millones de dólares, la fabricación en el país se logrará con una inversión de 4 millones de dólares. Es decir, un tercio de lo que cuesta alquilarlo. Con ese razonamiento, Argentina estará lista en breve para poner en órbita sus propios satélites.

El licenciado José Astigueta, responsable científico del proyecto Inyector Satelital de Cargas Útiles y Livianas (ISCUL) de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) hizo el anuncio en Córdoba.

Según explicó Astigueta, la meta que se propusieron los científicos argentinos es fabricar un cohete de 20 metros de longitud, de 30 toneladas de peso, con capacidad para colocar un satélite de hasta 200 kilos a una altura de 500 kilómetros. En el momento del despegue, Tronador II tendrá una velocidad de 7900 metros por segundo.

Este inyector satelital estará basado en un motor de combustible líquido. "Es la primera vez que la Argentina está comenzando a desarrollar motores líquidos", indicó el científico de la CONAE.

Ese tipo de combustible, inútil para el uso militar, permite manejar con máxima precisión y economía el encendido y apagado del motor del vehículo lanzador a fin de orientarlo adecuadamente para la puesta en órbita del satélite.

"El proyecto se está haciendo con fondos nacionales y recursos humanos jóvenes y muy especializados. Esta iniciativa abre la posibilidad de crear una nueva generación de científicos para que se queden en el país desarrollando alta tecnología", afirmó Astigueta.

El responsable científico del proyecto agregó que este desarrollo tendrá fuertes implicancias en materia de cooperación en la región vinculada a las actividades espaciales.

Pero el CONAE no trabaja solo en este prouyecto. En el diseño y construcción del Tronador II, también participan el Centro de Investigaciones Ópticas del CONICET-CIC, el Instituto Balseiro en el Centro Atómico Bariloche (CAB-CNEA) y el Instituto Universitario Aeronáutico de Córdoba y el Grupo de Ensayos Mecánicos y Ambientales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata, así como también el Instituto Argentino de Radioastronomía del CONICET. (Agencias)

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí