VIEDMA (AV).- Un ladrón fue hospitalizado tras un brutal castigo que le propinaron un numeroso grupo de taxistas. El sujeto con frondoso prontuario había asaltado a un colega durante la madrugada del sábado.

Uno de los vehículos de la flota de la empresa "28.000", fue abordado en la zona céntrica de esta ciudad, pidiendo ser trasladado a la periferia, pero ni bien el chofer hizo unas pocas cuadras; tenía un revólver en la cabeza. El conductor fue conminado a desplazarse hasta las inmediaciones del aeropuerto donde fue despojado de la recaudación.

El delincuente bajó del auto y huyó a pie hacia un sector donde funcionan hornos de ladrillo. Nunca pensó que el taxista había dado la voz de alerta por la radio lo que derivó en que sus pares, en varios vehículos emprendieron, una veloz carrera en su persecución. Lo rastrearon y fue rodeado. Pudo ser trágico porque al parecer el ladrón efectuó varios disparos sin dar en el blanco buscando desprenderse del hostigamiento.

Luego de ser interceptado y reducido, varios choferes se le fueron encima propinándole patadas y golpes de puño. Como también fue avisada la Policía, los uniformados llegaron tras los taxistas. Debieron forcejear con los choferes para rescatar al ladrón haciendo esfuerzos a fin de frenar la ira.