Lunes 20 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 21 > Sociedad
Un hombre murió degollado en pleno campo
Ocurrió a 100 kilómetros de Viedma, mientras la víctima despostaba un animal.Su mujer y un amigo fueron testigos, aunque hasta anoche no habían declarado.

VIEDMA (AV)- Un hombre resultó muerto en confusas circunstancias en un campo de la costa atlántica rionegrina, cuando recibió un corte de arma blanca en la aorta, según revelaron a "Río Negro" las fuentes consultadas.

La víctima fue identificada como Miguel Acosta, de 30 años y oriunda de Patagones, quien al parecer sufrió el accidente en una maniobra irregular cuando despostaba un ternero o un guanaco.

La herida cortante en el cuello tenía una extensión de 10 centímetros aproximadamente y unos dos centímetros de profundidad. Supuestamente falleció al emanar abundante sangre y no pudo ser asistido en el momento al encontrarse en una zona inhóspita.

Habría llegado sin vida al hospital Zatti luego de ser auxiliado por el dueño del campo de apellido Linares. Éste fue quien lo trasladó hacia esta ciudad urgentemente, ya que el lugar se encuentra ubicado a unos 100 kilómetros.

El accidente tuvo lugar en la tarde del sábado pasado en el lote 6 de la Ruta Provincial N° 52 entre la Ruta Nacional N° 3 y la playa conocida como Caleta de los Loros.

Causa por hurto de ganado

Si bien la Policía y el Juzgado de Instrucción N° 4 de esta capital no pudieron establecer las circunstancias del hecho, se abrió una causa por hurto de ganado en grado de tentativa y muerte dudosa.

Inicialmente, se dijo que Acosta se encontraba cazando guanacos en compañía de su esposa Carolina Vega y un amigo llamado Lucas Salcedo.

Acosta era empleado de una maderera y se movilizaba en un Fiat 147 cuando ocurrió el accidente a un costado del camino 52, muy cerca del alambrado.

La mujer y el amigo no hicieron aún una declaración formal a las autoridades judiciales sobre lo ocurrido, como para tratar de echar luz sobre lo ocurrido esa tarde. Se cree que ambos serían los únicos testigos de la causa.

Cuando se percataron de lo ocurrido, se trasladaron al casco de la estancia para pedir ayuda.

Se sospecha que el animal que estaba despostando o sacrificando, en ese momento se habría movido, por lo que no se descarta que el cuchillo se le haya escapado.

Frente al cuadro, Linares decidió llamar a la Policía interviniendo la comisaría de San Javier ya que tiene jurisdicción sobre esa zona marítima.

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