Lunes 20 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 18 > Internacionales
Powell, figura republicana, da su apoyo a Barack Obama
El ex secretario de Estado de Bush da un nuevo golpe a McCain

WASHINGTON (DPA/AP) - Colin Powell, ex secretario de Estado de la primera administración de George W. Bush, rompió ayer su silencio para anunciar su apoyo al candidato demócrata Barack Obama, además de criticar la forma en que ha llevado su campaña el aspirante republicano John McCain.

El candidato republicano, John McCain, "se muestra poco seguro en el tema económico (...) y en cuanto a la selección de la gobernadora (Sarah) Palin he tenido tiempo de verla y creo que no está preparada para reemplazar al presidente de los Estados Unidos, que es el trabajo del vicepresidente", dijo en un programa de opinión dominical de la cadena NBC el general de cuatro estrellas, quien fuera un estrecho colaborador de Bush y destacado miembro del Partido Republicano.

Sobre Obama, Powell elogió su "capacidad para inspirar", y "la naturaleza inclusiva de su campaña". Este importante apoyo se produce justo dos días después del que dieron a Obama cuatro de los más importantes diarios norteamericanos: el "Washington Post", el "Chicago Tribune", "Los Angeles Times" y "San Francisco Chronicle". Para el senador McCain es un duro golpe, porque ha visto desplomarse todos sus índices de aceptación popular. Además, su oponente demócrata logró convocar a más de 100.000 personas el sábado en un multitudinario mitin en Saint Louis, Missouri, estado hasta ahora considerado indeciso.

En una intervención muy esperada Powell, de 71 años y que llegó a ser mencionado como un posible compañero de fórmula de McCain, sorprendió sólo hasta cierto punto, porque ya había mostrado antes su preferencia por el senador de Illinois.

En un reciente evento en la Universidad George Washington aseguró que "la elección de un afroamericano como presidente sería electrizante... Pero tengo que hacer un juicio sobre lo que sería mejor para América".

De padres jamaiquinos, Powell creció en el populoso barrio del Bronx de Nueva York y encarnó el sueño americano, particularmente entre los afrodescendientes, como Obama, al realizar una impecable carrera militar que lo llevó a ser consejero para asuntos de seguridad nacional del presidente Ronald Reagan y jefe del Estado Mayor Conjunto, el cargo militar de mayor rango en el Ejército estadounidense.

Condujo además las acciones militares de la Guerra del Golfo en 1991. Durante los cuatro años que dirigió la diplomacia estadounidense, del 2001 al 2005, debió manejar los espinosos temas de Irak y Afganistán.

A pesar de su controvertida intervención ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas donde trató de demostrar que Irak poseía armas de destrucción masiva, su reputación se mantuvo. Desde su salida del Departamento de Estado, sus apariciones eran muy esporádicas y apreciadas por el público estadounidense, por su estilo ponderado, reflexivo y orientador.

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