NEUQUÉN (AN).- Una casa de celulares ubicada en Salta y Roca, denuncia haber padecido 15 hechos en lo que va del año entre robos y ataques vandálicos. Otros dos comercios también fueron afectados estando a una cuadra de la Casa de Gobierno.
Primero fueron los comerciantes que residen en calle Belgrano frente a la Gobernación los que denunciaron estar cansados de la inseguridad y solicitaron, por nota, que se disponga en la puerta de ingreso a Casa de Gobierno un policía durante las noches.
Ahora son los que se encuentran a una cuadra de la Gobernación los que reclaman seguridad y narran sus traumáticas experiencias.
Rita Schiavone, es dueña de la golpeada casa de celulares que ha sufrido en lo que va del año 15 hechos, muchos de ellos actos vandálicos por lo que de a poco convirtió su local en un bunker.
"El domingo y el martes pasado me rompieron la puerta y el ventanal de nuevo", narró Rita. En febrero le entraron a robar en pleno día y tras amenazar a los presentes con armas de fuego, los precintaron y les llevaron bolsas repletas de mercadería.
En este año la mujer perdió 70.000 pesos sólo en equipos, además tuvo que desembolsar 21.000 pesos para mejorar la seguridad del local ya que puso portones en las ventanas, cambió cerraduras, repuso cristales y ahora colocará una reja en la entrada.
Schiavone quiere más seguridad en la zona porque entiende que está en una calle de "escape" ya que por Salta se sale directo a la rotonda que va a la ruta 7.
Además, le llama la atención que a otros locales que tienen contratados adicionales de la policía no les pasa nada. "Entre Roca y Carlos H. Rodríguez hay tres comercios que cuentan con guardia durante tres horas del día, y a ellos nunca les quisieron entrar ni les rompieron nada. Mínimo esto resulta curioso", precisó Rita.
Las veces que pidieron a la policía que vigilara más la zona, la respuesta que obtuvieron fue que no disponían de personal. Les ofrecieron que contrataran horas adicionales a lo que respondieron que no. "Si tengo que contratar un policía para cuidar el local directamente me veo obligada a cerrarlo por los costos que me representa", confió la comerciante.
Como los incidentes continúan, ahora sospechan que la policía estaría liberando la zona para que le contraten adicionales por lo que ya no saben en quién confiar. "Ya no duermo, todas las noches me acuesto después de las 4 porque espero que me llamen para avisarme que algo ha pasado", concluyó la angustiada mujer.
