NUEVA YORK (AP).- El desacierto con "Joe el Plomero´´ fue apenas un traspié más del candidato presidencial republicano John McCain, que pasa de una idea a otra en su hasta ahora infructuosa estrategia para detener la inercia de su rival demócrata Barack Obama.
Joe Wurzelbacher debía haber sido una carta de triunfo para McCain: un trabajador común y corriente cuyos sueños de un futuro mejor iban a ser destruidos por los planes de Obama.
El plomero de Ohio cuestionó las políticas impositivas de Obama e hizo que el candidato demócrata dijera que deseaba "propagar la riqueza´´.
McCain contó la historia de Wurzelbacher en el debate final el miércoles en un intento por caracterizar a Obama como un candidato ávido por aumentar los impuestos, fuera de contacto con la gente común. Pero la historia de "Joe el Plomero´´ resultó ser falsa: No tiene licencia como plomero en un condado de Ohio donde es obligatoria. Debe 1.200 dólares en impuestos impagos. La compra de la compañía de plomería en que trabaja es por ahora una quimera, independientemente de quién gane la elección.
McCain admitió el jueves que nunca había hablado con el hombre a quien había esgrimido como símbolo en su búsqueda de la presidencia, y recién el viernes habló con él.
"Lo siento, Joe´´, dijo el candidato republicano el jueves en el programa del humorista David Letterman por haber volcado sobre el plomero una atención pública que nunca había buscado.
La campaña de McCain siempre se ha mostrado más improvisada que la bien aceitada maquinaria de Obama, y los años del senador de Arizona como piloto de la armada le han dejado el gusto por los desafíos riesgosos.
Pero recientemente, a medida que las encuestas de opinión muestran ventaja para Obama en varios estados decisivos, la campaña de McCain ha atacado el mensaje de su rival y ha complicado sus esfuerzos por recuperar terreno perdido. McCain ha esbozado propuestas políticas que después dejó de lado. Ha lanzado ataques para interrumpirlos bruscamente.
Y Joe el Plomero, al igual que su compañera de fórmula Sarah Palin poco antes, fue elevado a un primer plano de la atención pública sin un examen previo minucioso.
"Cuando uno lleva a cabo una campaña sin una estrategia y todo se torna táctico y las tácticas no funcionan, entonces uno responde buscando otras tácticas´´, comentó el asesor republicano Ed Rollins.
"Lamentablemente, eso contribuyó a pintar como errática e inestable a la persona más preparada para ser comandante en jefe´´, agregó. McCain siempre ha dicho que prefería no ser el favorito, y esta semana lanzó un discurso enérgico en el que prometió librar una lucha sin cuartel en las elecciones del 4 de noviembre. Pero a veces también ha parecido exasperado con el estado de cosas. El encuestador republicano John McLaughlin dijo que la operación de McCain experimenta una situación muy común en los últimos días de las campañas políticas.
"Es el conflicto entre los acontecimientos que uno no puede controlar y la búsqueda del mensaje adecuado para la campaña´´, agregó. "En la última semana hemos visto que la campaña de McCain ha recibido una golpiza´´.
Por lo pronto, McCain, héroe de la Guerra de Vietnam, se ve perjudicado por la crisis económica más severa desde la Gran Depresión de 1930 y el legado de ocho años del presidente Bush, quien invadió Afganistán e Irak tras los atentados del 11 de setiembre de 2001.