NEUQUÉN (AN).- "No existe ningún programa que prevea que algún estudiante educado por sus padres reciba nuestro aval o certificación", dijo el asesor de la subsecretaría de Educación, Danilo Casanovas.
Señaló en este organismo todavía no estaban al tanto del pedido de los padres, de las dos menores a las que la Justicia autorizó estudiar en el hogar. "De hecho no recibimos nunca solicitud formal de parte de los padres. Pero no es una práctica que nosotros estemos avalando ni creamos que sea conveniente", expresó.
El funcionario señaló que el decreto que reglamentó la ley 242, en algunos apartados responde a situaciones que ya están fuera de contexto en la provincia. "En algún momento puede que, ante la falta de maestros, este tipo de prácticas hayan sido usadas. Pero esto ha quedado desactualizado", opinó.
Casanovas dijo que sí recibieron en el CPE un pedido de padres agnósticos: "Son personas que no creen en la educación formal, no vacunan a sus hijos, sostienen que se encargarán de educar a sus hijos", informó. No obstante, dijo que hay otras personas con esta misma postura que "sí aceptan que sus hijos estudien en la educación formal".
El asesor de la subsecretaría alertó acerca de que "la educación no pasa sólo por aprobar unas cuantas materias y asumir contenidos educativos" sino que "tan importante como eso es que los chicos puedan socializar con otros semejantes".
El CPE permite estudiar a chicos en su casa que padezcan algún tipo de enfermedad o discapacidad. Para estos casos existe el programa de escuelas domiciliarias.
"Un papá, por el solo hecho de serlo, no tiene el poder de acreditar saberes. Nunca se había dado esta situación. Considero que hay un derecho superior que es el del niño a estudiar, y está fijado por ley (26.206). La educación es laica, gratuita y obligatoria", expresó.