ROCA (AR) .- La ocupación de camas en el Hospital de Roca por parte de pacientes psiquiátricos ha generado opiniones encontradas y revelado carencias en el sistema de salud actual. Este será uno de los temas que tratará mañana el Consejo Local de Salud, en su reunión mensual.
El Hospital Francisco López Lima alberga a 11 personas con problemas mentales en habitaciones comunes. Carlos Acosta, representante suplente de los trabajadores en el Consejo, aseguró que a la falta de espacio físico se le suma la inseguridad tanto para ellos como para los internados. "Hemos tenido varios casos de agresiones verbales y físicas, que por suerte no han sido muy graves", explicó aunque sí comentó que eso les genera altos nieveles de stress.
Los más afectados en esto son los enfermeros, quienes tienen un contacto constante: cada uno atiende diariamente en la Sala de Hombres a 25 internados comunes, más 6 con afecciones psiquiátricas. Además, por turno sólo hay entre 3 y 5 enfermeros en cada Sala.
Gritos, descontrol e inseguridad abundan en los pasillos del nosocomio, según los cuidadores. Alegan que no pueden manejar la situación porque los pacientes de salud mental están en habitaciones separadas, pero comparten el pasillo con los cuartos comunes.
Además, la ausencia de capacitación para los trabajadores de la salud con respecto a la atención de esas patologías genera la imposibilidad de un trato y cuidado adecuado.
Acosta adelantó que en la reunión exigirán un área concreta para la internación de este tipo de pacientes, como también prácticas preparatorias y formación pertinente que facilite y mejore la labor cotidiana.
Todo esto pone en cuestión nuevamente la ley de desmanicomialización. Una disposición que hace años permitió la eliminación de manicomios y propuso la existencia de hogares de medio camino para las personas con enfermedades psiquiátricas y sin un lugar donde vivir.
En Roca Nuestra Casa es el único espacio efectivo que cumple esta función.
Allí retiran sus medicaciones, participan de talleres, almuerzan y reciben tratamiento. Sin embargo, las instalaciones son precarias y escasas, por lo que no puede contener a la demanda de alojamiento.