VIEDMA (AV)- La intención de los concejales capitalinos de extender la zona urbana reavivó el fuego del conflicto por los límites con el vecino municipio de San Antonio Oeste.
Molesto e irónico, el intendente de la localidad atlántica, Javier Iud, pateó el tablero de las discusiones inconclusas.
"Mandamos embajadores y nos recibieron con los tanques", comentó en relación a las últimas negociaciones y a la decisión unilateral de Viedma de extenderse hacia el Sudeste.
Preguntó qué pasaría si ahora "se nos ocurre presentar un proyecto para anexar el balneario El Cóndor", ubicado a pocos kilómetros de Viedma. Calificó de "cuestión ilegal" al avance y además "creímos que se podían encaminar las charlas pero se borró con el codo lo que escribieron con la mano".
Los antecedentes, dijo, es que la Constitución provincial de 1988 hizo caer los límites departamentales ordenando a los municipios acordar en un plazo de cinco años. En este caso al menos, no hubo coincidencias, y de acuerdo a la visión de Iud, la base de las discusiones es la zona costera de Caleta de los Loros.
Más allá de las diferencias, propuso una vía de solución. El acercamiento pasaría por fraccionar la caleta para ambas jurisdicciones y establecer allí un área de atención común de servicios.
Luego, más calmo, entendió que "hay que sacarle pasión al debate, ponerle paños fríos" y alcanzar con Viedma una definición en base a la normativa como la Carta Magna y la Ley 900 de distribución departamental.
Frente a esta reacción, la presidenta del Concejo Deliberante de Viedma, Hilda Schlitter, ratificó que la propuesta "se ajustó al límite departamental, y ya Viedma estaba cediendo territorio en el acuerdo de Ferreira con Casadei".
Explicó que "no quisimos interrumpir las negociaciones con San Antonio, sino representar los intereses de Viedma". Abrigó la esperanza de que estas diferencias "sirvan de disparador para que se discuta un acuerdo.
El tema ya venía siendo materia de negociación en la Comisión de Límites de la Legislatura rionegrina. Días atrás, su presidente Claudio Lueiro analizó algunas coincidencias recibiendo a una representación viedmense. El titular del cuerpo tiene en su agenda una reunión con las autoridades sanantonienses para las próximas semanas.
El documento que obra en poder de la comisión es un acta de intención firmada en 2006 entre el intendente capitalino Jorge Ferreira y el entonces par atlántico Adrián Casadei. Ambos protagonizaron un acto simbólico en la caleta, a cuyo caserío se lo conoce como Pozo Salado. Allí firmaron un documento para que San Antonio pueda acercarse a apenas un kilómetro del accidente geográfico. Sin embargo, ninguno de los dos cuerpos deliberativos ratificó el documento.