Funcionarios argentinos y brasileños volvieron ayer a mostrar diferencias sobre la forma de encarar los efectos en el comercio del Mercosur que produce la crisis financiera global, aunque evitaron confrontar.
El secretario de Industria, Fernando Fraguío, aseguró que los mayores controles aduaneros que anunció la Argentina no son contra los productos de Brasil, mientras que el secretario de Comercio Exterior del país vecino, Welber Barral, anticipó que las medidas serán discutidas en la reunión de cancilleres prevista para el 27 de este mes.
Fraguío señaló que las medidas argentinas, que incluyen aumento de valores de referencia y licencias de importación no automáticas, "no son contra ningún país".
Destacó que "con Brasil se mantiene un diálogo fluido, como integrantes del Mercosur y socios de la región".
El funcionario agregó que "en algunas gamas de productos hay margen para subir el Arancel Externo Común", posibilidad a la que hasta ahora Brasil se negó. Subrayó que "en un momento en que el mundo está pasando por una crisis, uno de los tesoros que más se deben preservar es el mercado interno, como capacidad de generar empleo, producir y mantener las industrias de pie".