El próximo DT de la selección tendrá por delante el enorme desafío de rearmar el plantel desde abajo, después de que la era de Alfio Basile terminara de forma abrupta con malos resultados, juego plano y un vestuario fracturado.
Al sucesor no le faltará materia prima en un conjunto de valuación multimillonaria, algo que el ´Coco´ no aprovechó pese a contar con varias de las máximas figuras del fútbol internacional. No supo plasmar en el campo un juego colectivo, ni tejer una identidad grupal que le permitiera salir adelante y decidió irse.
Ahora se abre el juego por saber quién se calzará el buzo más codiciado. Muchos son los nombres que ya se tiraron sobre el escritorio de Grondona de la calle Viamonte, pero por estas horas sólo dos tienen el peso suficiente como para ser llamados candidatos: Sergio Batista y Miguel Ángel Russo.
"Uno se siente capacitado y está convencido de poder dirigir a a la Selección mayor. ¿A quién no le gustaría dirigir a la Selección mayor? Sería un honor", señaló el ´Checho´, quien sería el encargado de orientar a la albiceleste en el amistoso ante Escocia el 19 de noviembre. "Si soy el DT, la base va a ser la Selección olímpica", se animó a adelantar Batista, quién agregó que "Maradona podría estar en el cuerpo técnico".
El ´Checho´ dejó en claro que le gustaría que Lionel Messi sea el líder del seleccionado al expresar: "Se está dando cuenta de que puede y tendría que ser un líder. Ya lo he hablado mucho con él". A su vez, afirmó que "no puede ser" que Riquelme "falte y se tenga que cambiar un esquema de juego", por lo que destacó la necesidad de "formar esa clase de jugadores desde los juveniles".
El otro nombre que suena con fuerza es el de ´Miguelito´. ¿Porqué Russo seduce en AFA? El actual DT de San Lorenzo, además de ser un ganador (4 títulos en su carrera), es un buen timonel de equipos en procesos tormentosos. Cuando el Boca de La Volpe perdió el Apertura ´06 ante Estudiantes, el vestuario era un infierno. Llegó Russo, calmó las aguas y supo conectar al equipo a un JR Riquelme, que llegaba de una conflictiva salida de Villarreal. ¿El resultado? Campeón de la Libertadores.
O más reciente, cuando desembarcó en Boedo tras la salida de Ramón Díaz. San Lorenzo era un hervidero y Russo puso otra vez su manual de "manejo grupal". Más allá que la receta por ahora sólo está garantizada en el medio local, Russo sabe que es su arma de seducción.