Pese a que todos están en su contra, apenas tiene aliados y se le recuerda el amargo final de temporada el pasado año, el británico Lewis Hamilton está preparado para el enfrentamiento en China, donde puede ser campeón del mundo. Ayer fue el más rápido en las dos sesiones de entrenamientos.
En el Gran Premio de Shanghai, penúltimo de la temporada, podría convertirse en el campeón más joven de la historia de la F-1. El piloto de 23 años de McLaren-Mercedes, demostró que puede hacerlo, porque dominó las dos sesiones y marcó el mejor tiempo de la jornada (1.35 750/1000). En segundo lugar se ubicó su gran rival por el título, el brasileño de Ferrari Felipe Massa.
Hamilton (84) aventaja en cinco puntos a Massa (79) en la clasificación del campeonato a falta de dos Grandes Premios. El polaco Robert Kubica se encuentra aún con posibilidades con su BMW, pues está a 12 unidades del británico.
El tercer mejor tiempo lo firmó el otro de Ferrari, Kimi Raikkonen, y el cuarto fue el Renault de Fernando Alonso.
La carrera en el autódromo de Shanghai, de 5.451 metros, será mañana a las 4 hora argentina, sobre 56 vueltas.