SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El fiscal Enrique Sánchez Gavier consideró acreditado que el acusado por un hecho de abuso de armas portaba una y efectuó disparos contra una vivienda, y al pedir la pena por la portación de arma y la agresión y daño a la vivienda, se alejó del mínimo, de un año de prisión, porque el acusado ya fue condenado otras dos veces por delitos cometidos con armas.
El acusado negó los hechos e insistió en que cuando se produjo la agresión no estaba en la ciudad, pero al concluir la audiencia le pidió al tribunal que le dé otra oportunidad para recuperar su libertad y dedicarse a trabajar, ya que lo habían capacitado en el penal de Viedma donde está alojado.
El fiscal le atribuyó a Sebastián Fernández el hecho ocurrido el 10 de diciembre de 2006, en horario nocturno en una vivienda situada en Pablo Mange y Beschtedt, en el Alto de la ciudad, ocasión en que habría efectuado contra el frente del domicilio 6 disparos con un arma calibre 22, en tanto que dos individuos lo acompañaban y gritaban "salgan miliqueros de mierda que me mandaron a la alcaidía".
Al alegar, Sánchez Gavier consideró que el ataque de Fernández estaba motivado el antecedente citado, ya que lo condenaron a un año de prisión por balear en un brazo a un joven de apellido Giordano, nieto de la dueña de casa.
También mencionó otro antecedente para definir la personalidad del acusado, referido a una tentativa de robo con armas, hecho por el que fue condenado a tres años y ocho meses de prisión, que cumplió parcialmente.
El defensor de Fernández, Rodolfo Rodrigo, dijo que en la causa estaba acreditado que su asistido no pudo ser el autor, porque el hecho ocurrió antes de que llegara a Bariloche desde El Bolsón.