Se trata de expresiones del ministro de Seguridad y trabajo de la provincia del Neuquén, Dr. César Pérez, referidas a la muerte de dos adolescentes en nuestra querida y pujante ciudad.
Como ciudadano quiero saber: ¿cuál es la política de seguridad implementada por el gobierno del Dr. Jorge Sapag, visualizando las instrumentadas por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, las cuales son agresivas y contundentes. Lo que traerá a las distintas provincias y sobre todo a la nuestra un crecimiento desmesurado en el campo delictivo.
Esto ya lo estamos viviendo día a día, con secuestros y toma de rehenes, asaltos a mano armada, violaciones, muertes, etc.
Las estadísticas no son las reales, ya que el ciudadano común no tiene tiempo para hacer la denuncia, porque la burocracia es engorrosa, no apropiada a la realidad.
Si no se toman las medidas adecuadas y pensando en el ciudadano común, con criterio cierto, va a ocurrir lo que ocurrió en Brasil con las distintas tribus y organizaciones criminales que manejan el tráfico de droga y todo lo que sea ilícito, envenenando la vida de las organizaciones sociales. Enfrentando a las fuerzas de seguridad del Estado, matando a civiles y militares con total impunidad y corrompiendo las estructuras del Estado en todos los niveles.
¡Yo no quiero esto para mi país!
En la campaña electoral se habló de planes, el de seguridad era el más decisivo, con vehículos, personal, tecnología y sobre todo apoyo político a la fuerza policial: ¡hoy! no se observa.
Los hombres y mujeres de esa prestigiosa institución no se sienten reconocidos ni valorados por el poder político, esto se potencia a nivel nacional. Siempre cuando se instrumentan políticas de seguridad se piensa más en el delincuente y no en el ciudadano común, que trabaja y aporta al crecimiento del país.
Hoy, veo que los derechos humanos y el Estado se preocupan por las condiciones de los reos -creando secretarías y leyes en defensa de éstos- pero no en defender y garantizar la libertad de sus ciudadanos en general.
Si el poder se utilizara pensando en el bien común, el Estado ejercería el poder de coacción utilizando su fuerza de seguridad, que ha sido creada para tal fin.
Para que esto ocurra debe haber decisión política, los elementos están, falta coraje y disposición de funcionarios que demuestren y se comprometan, como el gobernador Scioli, entonces "esto no va a suceder más en Neuquén".
Miguel Ángel Henriquez, DNI 10.868.858.
Neuquén