Tanto pronosticar la catástrofe en nuestras tierras y ésta estalla en otro lugar: Wall Street, el santuario de los pronosticadores, los liberales ortodoxos, "gurúes"del deber ser de la economía; ni más ni menos que los profetas del fracaso si no se siguen sus dogmas absolutos.
Hasta les parece injusto que Argentina no haya sido arrastrada por esta devastadora crisis financiera y se muestran ofendidos ante los comentarios irónicos de la presidenta cuando menciona el "efecto jazz".
Qué lejos están de reconocer las fragilidades e incongruencias del libre mercado con sus desbarajustes cíclicos, históricamente remendados con dinero público (las pérdidas se socializan, las ganancias se las debemos) y la fortaleza que muestran las finanzas nacionales ante este descalabro mundial.
Sin embargo, insisten en el riesgo país (fijarse en quién nos califica), el aislamiento, la falta de inversores (¿o especuladores?), el default, la desaceleración económica, las dificultades para afrontar vencimientos de la deuda externa, etc.
Muchos de ellos son propietarios de consultoras en economía y fuentes "calificadas" de opinión inobjetable en variados medios. ¿Qué consejos darían a los inversores en estos momentos? ¿Qué rumbo indicarían seguir a nuestro país? ¿Se atreverán a reconocer las falencias de sus propias recetas doctrinarias?
Ante la evidencia servida en bandeja por una realidad lapidaria, les vendría bien como ejercicio intelectual un silencio reflexivo si es que cuentan con la humildad suficiente para ello y no resulta ser demasiada pretensión.
Alcides R. Jacob, DNI 12.649.939
Cipolletti
