CHOELE CHOEL (AVM).- La madre de Rosa Arias, la mujer fallecida en julio pasado en el hospital de Choele Choel y que había sido una de las dos personas contagiadas con el virus del HIV en una clínica cipoleña, reclama por los análisis y la historia clínica que está en el hospital de Viedma, donde su hija fue asistida.
Paralelamente, en abril le inició acciones legales a la Fundación Médica de Río Negro y Neuquén y al Estado Nacional por "daños y perjuicios" y "daños morales", de acuerdo a lo revelado por Michael Díaz, abogado de la familia.
"Queremos que el hospital de Viedma nos pueda dar los últimos análisis que le hicieron a Rosa hace tres meses. Ahí sabremos si tenía su infección muy avanzada y si su edema pulmonar era consecuencia de ello", expresó Marta Zabala.
Desde Buenos Aires, el abogado confirmó la existencia de denuncias en un juzgado federal de la Capital Federal. Con respecto a la solicitud de conseguir los últimos estudios realizados en el Zatti, expresó que "los de laboratorio son fundamentales, porque ahí estarían las pruebas que determinarían la gravedad de Rosa. Ellos hablan de ´período ventana´ y en este caso no estaría comprobado. Hay una falta de control y protocolo".
Rosa, de 38 años, ingresó a la clínica cipoleña el 18 de octubre de 2007, derivada desde el hospital viedmense para ser intervenida a raíz de un problema cardiovascular. La operación fue realizada el 5 de noviembre pasado. Casi un mes después -el 1 de diciembre y en el mismo sanatorio- fue operada, pero esta vez de la vesícula. Tres días antes de la Navidad le dieron el alta médica.
Durante su estadía en terapia intensiva tuvo múltiples transfusiones por anemia debido a las enfermedades crónicas que padecía.
Para la internación y la posterior operación, le habían solicitado diez dadores de sangre pero nunca pudieron obtenerlos, dado que los familiares de Rosa no conocían a nadie en Cipolletti. Por lo tanto, la sangre utilizada pertenecía al banco del mencionado sanatorio.
De acuerdo a lo denunciado, el 15 de enero de este año Rosa junto a su madre viajaron desde Choele Choel a la Fundación Médica y en ese momento le informaron -a Marta- que su hija había contraído HIV durante las transfusiones. Al llegar a Choele Choel, sus padres y hermanas le contaron a Rosa de la infección. El regreso a Cipolletti la encontró muy enojada con los médicos. Luego siguió su atención en Viedma para.
Ya en el último tiempo, Rosa se instaló en su casa, atendida por médicos y enfermeras del hospital choelense. A las 5 del 17 de julio se despertó con un fuerte dolor de estomago y vómitos. La llevaron hasta el hospital, pero su vida se apagó a las 21.15 de ese jornada.