EL BOLSÓN (AEB).- La Cámara Segunda del Crimen, con asiento en Bariloche, se constituyó ayer en esta ciudad para tomar testimoniales a cinco testigos de los hechos que terminaron con la vida de Héctor Mansilla (22), un trabajador de la Rinconada Nahuelpán, durante el juicio que se sigue contra Karina Delgado (26), y dueña de una vivienda en el barrio Los Hornos.
Según la acusación, Delgado le habría aplicado la puñalada mortal en la madrugada del 5 de julio último, en medio de una reyerta y durante la fiesta de cumpleaños de su marido Manuel Inalef y de su pequeña hijita, donde la profusa ingesta de alcohol quedó demostrada en las declaraciones de todos los indagados.
Tras la declaración de los testigos, está previsto que los alegatos se realicen en Bariloche, y la sentencia se conocerá ocho días después. En tanto, la imputada seguirá detenida en la alcaidía de Bariloche.
El tribunal está integrado por Miguel Ángel Lara, César Lanfranchi y Héctor Leguizamón Pondal.
El brutal desenlace conmovió este invierno a la opinión pública, toda vez que el cuerpo del occiso pasó varias horas dentro de la precaria casita y ante la presencia de los tres hijos de la pareja, hasta que la Policía consiguió una orden de allanamiento para poder ingresar. En ese contexto, cuando le preguntaron lo ocurrido al jefe de la familia, se limitó a responder "no sé, yo estaba durmiendo la mona".
Uno de los testigos que más datos aportó, relató que Karina Delgado "nunca andaba con cuchillo", aunque no quedó en claro quién le aportó el arma blanca con que lesionó a Mansilla. Otra mujer, presente en aquella jornada, indicó a los magistrados que "éramos amigos de antes, siempre salíamos juntos a bailar".
Al parecer, ese sábado la fiesta comenzó poco después del mediodía, cuando el cumpleañeros y la posterior víctima se fueron a tomar cervezas. Cuando llegó la noche y aparecieron los otros invitados, cenaron en armonía y enseguida se pusieron a bailar.
Aparentemente por cuestiones propias de la borrachera y los celos, en un momento el jefe del hogar recriminó a Mansilla por su insistencia por bailar con su mujer, lo que motivó empujones y gritos hacia el exterior de varios de los concurrentes, donde en medio de la noche y la oscuridad salió a relucir el cuchillo que terminó con la existencia de uno de los contendientes.