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Chile hizo historia de la mano de un argentino que es "Loco", pero no come vidrio. Marcelo Bielsa guió a la "Roja" a su primera victoria de la historia ante un conjunto criollo, si de Eliminatorias se trata, aunque el DT apenas levantó la vista cuando Fabián Orellana hizo el único gol del partido, por la fecha 10.

El equipo de Alfio Basile fue una sombra en el Estadio Nacional de Santiago. No tuvo respuestas en ofensiva, sobre todo en el segundo tiempo, y el mediocampo fue desbordado por un compacto e inteligente equipo local, que mereció una diferencia mayor.

Los dueños de casa, impulsados por la multitud que colmó el Estadio Nacional, tomaron la iniciativa y, fiel al estilo Bielsa, eligieron explotar las espaldas de Zanetti y Heinze, quienes se pararon casi en la mitad de la cancha para ayudar al desbordado mediocampo visitante.

Al minuto, Chile avisó con un remate en forma de centro de Beausejour que Carrizo sacó al córner con lo justo. Argentina no podía hacerle llegar la pelota a Messi y por eso sus avances eran centros para Milito o pelotazos para Agüero.

Los delanteros tuvieron movilidad, pero les faltó conexión entre ellos para ocasionar alguna chance de peligro. La única de riesgo de la primera etapa se produjo a los 28: se asociaron en tres cuartos de cancha y llegaron tocando hasta el área, pero Bravo salió rápido y neutralizó el intento de la "Pulga".

Chile era mejor por el empuje que ejercían sus jugadores en campo contrario, porque Fernández gravitaba cada vez más en el partido. A los 35 Gary Medel llegó al fondo por derecha y sacó un centro atrás que Orellana, sin marca, empujó al fondo del arco.

El inicio del complemento no ofreció modificaciones y fue el local el que siguió con el dominio. Suazo se juntó con Fernández sobre el costado izquierdo, edificaron una pared y el delantero no puso el segundo de milagro. Y un rato más tarde, Carmona trepó por derecha y sacó un bombazo que rechazó Carrizo, tal vez, el único punto alto del equipo criollo en tierras chilenas.

Argentina no tuvo respuestas ni físicas ni futbolísticas y tampoco las encontró con los ingresos de Bergessio y Sand. Messi siguió apagado y bien tomado. La única del rosarino fue 8 del cierre, cuando hizo una diagonal, entró al área, se la picó a Bravo y Medel salvó en la línea.

Creer o reventar, fue la solitaria jugada de gol en un equipo sin ideas, que está en zona de clasificación para Sudáfrica 2010, pero que atraviesa por un momento decepcionante. (DyN/AN)