La crisis financiera internacional y sus coletazos en las economía de la región dieron lugar ayer a un cruce de opiones entre industriales, con partidarios de no promover cambios bruscos en el tipo de cambio y, por otro lado, los que se juegan a "devaluar con todo" sin gradualismos.
Entre los primeros, también se privilegió el criterio de armonizar las políticas macroeconómicas con el gobierno brasileño y se puntualizó que la paridad cambiaria es sólo "una parte" de la economía.
En ese sentido, el presidente de Fiat Argentina, Cristiano Ratazzi, rechazó la posibilidad de devaluar el peso, al advertir que "no se puede vivir de un dólar ´recontra alto´, porque genera inflación".
Ratazzi recordó así la tristemente recordada expresión de Guido Di Tella cuando en la última etapa del gobierno de Raúl Alfonsín se pronunció, desde el menemismo, a favor de "un dólar recontra alto", lo que generó una estampida que derivó finalmente en la crisis económica y la caída de la administración democrática.
"Hay que acostumbrarse a no depender solamente del valor del dólar", indicó Ratazzi, y de esta manera se diferenció de sus colegas de la Unión Industrial Argentina, quienes reclamaron un valor mayor de la moneda norteamericana para no perder competitividad con Brasil.
Por su parte, el ministro del Interior Randazzo, aseguró que la Argentina "está muy solvente" y estimó que la crisis financiera mundial "puede ser una gran oportunidad".