CORDOBA (Télam, DyN).- La clínica cordobesa donde una mujer se sometió a una cirugía de reimplante mamario que le provocó la muerte "no estaba habilitada", reveló el fiscal de instrucción que entiende en la causa, Gustavo Sandoval, mientras un médico cirujano, su ayudante y dos anestesistas permanecen imputados por presunto "homicidio culposo".

La justicia cordobesa aguardaba ayer el resultado de la autopsia al cuerpo de la mujer para determinar la causa de su muerte, que podría haber sido por una excesiva dosis de anestesia, informaron fuentes judiciales.

"La clínica se vio superada porque, de por sí, no estaba habilitada para realizar cirugías, es decir, se trata de cirugías mayores que no pueden ser realizadas en cualquier lugar, debe ser un lugar con quirófano y un servicio adecuado", dijo en declaraciones a la prensa el fiscal Sandoval.

Mabel Quinteros, de 35 años, falleció el viernes en el Hospital Provincial San Roque, donde fue trasladada de urgencia tras una descompensación sufrida durante una cirugía de implante mamario, a la que se sometió el 3 de octubre en el Centro Privado de Cirugía Estética, ubicada en el barrio Nueva Córdoba.

El fiscal sostuvo que en el marco de la investigación permanecen imputados por presunto "homicidio culposo" dos médicos, un anestesista y un ayudante. El ministro de Salud provincial, Oscar González, afirmó que la clínica donde fue intervenida la mujer fue habilitada en 2004 y aclaró que la entidad no pidió autorización para realizar prácticas con anestesia general.

La mujer, que hacía unos meses, había retornado de España, donde había residido un año, estaba divorciada y tenía una hija de 14 años.

El esposo de Quinteros, Abel Pereyra, se presentó como querellante en la causa y manifestó que la víctima mortal no tenía contraindicaciones respecto de la anestesia.