VILLA REGINA (AVR).- Una mujer sufrió la mutilación de parte de un dedo de su mano izquierda, en un intento de robo que se registró en la noche del sábado en una casa parroquial en pleno centro de la ciudad.
El agresor no fue identificado, aunque según se pudo saber, ya en otras oportunidades había concurrido al mismo lugar para pedir alimentos.
La víctima, identificada como Úrsula Schart Medina, de 65 años, se desempeña como cocinera de la casa parroquial y sufrió la mutilación de la primera falange del dedo meñique de la mano izquierda, por lo que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.
El hecho ocurrió en la casa parroquial ubicada sobre la calle Artémides Zatti, entre Cipolletti y Santa Flora, a pocos metros de la rotonda de acceso a Regina, sobre la Ruta 22.
Según se pudo saber, alrededor de las 20 del sábado, la mujer se encontraba preparando la cena para los sacerdotes que residen en el lugar, cuando un hombre tocó la puerta de la cocina situada en la planta alta de la casa.
La mujer, abrió y se encontró con el sujeto que en primer lugar le pidió alimentos, pero de inmediato el hombre ingresó al lugar.
Rápidamente tomó un cuchillo que la mujer estaba utilizando para preparar la cena, y comenzó a pedirle que le entregara dinero.
La cocinera, ante la situación, comenzó a desesperarse y pedirle que se retirara del lugar, pero el hombre insistió e intentó agarrar la cartera de la mujer que estaba a pocos pasos.
Ante el intento de llevarse sus pertenencias, Úrsula Schart Medina, se interpuso y comenzó a forcejar con el hombre, reiterando su pedido de que se fuera del lugar, momento en el que se arrodilló en piso.
El delincuente, le puso el cuchillo de importantes dimensiones en el cuello y la obligó a levantarse, momento en le tomó la mano izquierda, la puso sobre la mesada, y aparentemente con un certero golpe le cercenó la primera falange del dedo meñique, tras lo cual escapó sin llevarse nada. La mujer, shockeada por lo que había sucedido, comenzó a gritar y sólo atinó a cubrirse la herida con un repasador. Pocos minutos más tarde llegó hasta la cocina uno de los sacerdotes, que recién en ese momento se enteró de lo sucedido.
Sin embargo no llamaron rápidamente a la policía, sino que en primer término dieron el aviso de lo sucedido a una de las hijas de la mujer, que llegó al lugar junto con su marido, un efectivo policial que hizo el llamado a la comisaría Quinta.
Cuando el personal policial llegó, la mujer ya había sido trasladada al hospital, donde fue intervenida quirúrgicamente para cerrar la herida en el dedo, ya que la falange no fue hallada en el lugar.
Por el hecho se inició una causa por tentativa de robo y lesiones, con intervención del juzgado de instrucción N° 20 de esta ciudad.