BUENOS AIRES (ABA) . - Luego del bajo impacto de la última protesta, los representantes del campo decidieron abrir un paréntesis en su "presión política" contra el gobierno tomando en cuenta el delicado contexto internacional.
Pese a que anuncian que continuarán con su reclamo sectorial, no tomarán nuevas medidas de fuerza antes de que se esclarezca el panorama. Perciben que las clases medias urbanas ponen el eje de su mirada en cómo pueden alcanzarlas los coletazos de la crisis financiera.
Ayer, la Sociedad Rural Argentina (SRA) fue anfitriona de una reunión con los otros integrantes de la Mesa de Enlace: Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) Federación Agraria Argentina (FAA) y Coninagro.
Fue en el marco de los encuentros que la mesa de Enlace acordó que se realicen todos los martes a fin de preservar la unidad y un marco común de decisiones.
Puertas adentro, se coincidió en que el momento del plan de lucha de la semana pasada no fue recibido por la sociedad como el más apropiado pero ya era tarde para bajar esa convocatoria.
"La acción cumplió con el objetivo del cese de la comercialización, la remisión de ganado fue prácticamente nula y los mercados de cereales no funcionaron lo cual indica que se cumplieron con los objetivos", señaló el titular de CRA, Mario Llambías.
Este último, aún cuando usualmente no sea el más moderado en sus expresiones, durante el reciente conflicto optó por no aumentar los decibeles en la convocatoria política diferenciándose del discurso más duro del presidente de FAA, Eduardo Bussi.
"No avanzamos en nada en las negociaciones con el gobierno, la situación del campo sigue siendo desastrosa pero no podemos perder la adhesión de la gente que está preocupada por su propio bolsillo", arengó a los suyos Llambías.