NEUQUÉN (AN).- El enfrentamiento entre la policía y los desalojados fue una batalla campal por momento innecesaria.
La orden de la policía era no resignar las posiciones ganadas, o sea mantener libre el predio desalojado. Del otro lado del arroyo Durán los integrantes de la toma buscaban recuperar el terreno desde dos posiciones y a como diera lugar.
La policía contaba con cuatro grupos, unos 40 efectivos en total, entre la Metropolitana, Canes y Montada.
El bando que les hacia frente en número superaban ampliamente a la fuerza de seguridad pero sus rusticas armas los mantenía a distancia.
El grupo de recupero de la toma no lo encabezaba ningún adulto estratega ni nada por el estilo, se traba de un malón de jóvenes que iban de los 14 a los 22 años aproximadamente y que a pura gomera hostigaban a los policías que los mantenían a distancia con balas disuasivas y gases. Hubo un intento de parte de los jóvenes de atravesar el arroyo Duran por el puente.