BUENOS AIRES (Télam).- Un hombre que ya pasó casi la mitad de su vida preso por ocho violaciones, fue ayer nuevamente condenado pero por otros cinco ataques sexuales, cometidos en menos de un mes en la localidad bonaerense de Merlo, a la pena de 44 años de cárcel, informaron fuentes judiciales. Se trata de Mario Santiago Olivera (55), a quien el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de Morón, consideró autor penalmente responsable no sólo de los cinco abusos, sino también de cuatro robos y un rapto contra las mismas mujeres atacadas.
Estos hechos fueron cometidos contra cinco mujeres el 29 de marzo, 7, 9, 10 y 20 de abril de 2006, en la mencionada localidad de la zona oeste del conurbano.
Según el fallo unánime del tribunal, tres de los abusos fueron con acceso carnal y con un arma de fuego. En tanto, un cuarto caso igual quedó en una tentativa, mientras que el restante fue gravemente ultrajante para la víctima, que además de ser violada y amenazada con armas, también fue raptada por Olivera.
Además, en cuatro de los ataques, el ahora condenado cometió robos simples y agravados por el uso de arma, señalaron los jueces en la lectura del veredicto, la cual no fue presenciada por Olivera, quien había estado frente al tribunal en la jornada de los alegatos cuando aseguró que le "importaba un carajo" lo que pensaban los jueces. En esa oportunidad, el fiscal de juicio Marcelo Varona Quintián, pidió una pena de 50 años, mientras que la defensa solicitó la absolución argumentando irregularidades en el proceso.
En la sala de audiencias estuvo ayer a la tarde Héctor Ibarra, presidente de la Asociación Civil Protección contra la Agresión Sexual, y marido de una mujer que fue atacada por el violador serial Juan Antonio Vergara, alias "Satanás". Este violador fue condenado en junio del 2006 a 37 años de prisión por abusar de cinco mujeres y dos compañeros de celda también en un fallo de la Justicia de Morón.
Para Ibarra, en el sistema jurídico legal argentino se debe "desarrollar un argumento para acompañar a los detenidos por abusos sexuales ya que muchos de ellos salen a la calle y vuelven a cometer los mismos delitos". De esta manera se refirió al caso de Olivera quien antes de recibir esta nueva condena había estado 25 años en prisión por los mismos delitos.
Los antecedentes de este hombre comenzaron cuando era menor de edad y estuvo internado en un instituto por varios robos y al menos un caso de violación. Olivera volvió a ser detenido en 1981, cuando ya era mayor, en Merlo, acusado de ocho violaciones por las que en 1983 fue sentenciado a reclusión perpetua. Sin embargo, la pena fue luego reducida a 25 años por lo que el hombre recuperó su libertad en enero del 2006.